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Caracolas de canela

Una dulce tentación que levanta el ánimo. El aroma de estos bollos de canela hace que todo el mundo se sienta bien.

Ingredientes

125 ml leche (y un poco más para pintar la superficie)
100 g mantequilla (sin sal, cortada en dados, y 4 cucharadas de mantequilla derretida para glasear)
1 cdta levadura (activa)
125 ml agua (templada)
150 g azúcar (mitad para los bollos, mitad para el relleno)
2 huevos (grandes)
1 cdta sal
500 g harina (de trigo)
2 cdta canela (molida, y un poco más para el glaseado)
4 cda uvas pasas (optativo, para el relleno, sin pipas)
4 nueces (optativo, para el relleno, picadas)
100 g azúcar glas (para el glaseado)
75 ml leche condensada (para el glaseado)
15 ml zumo de limón (para el glaseado)
1 cdta extracto de vainilla (para el glaseado)

Instrucciones

Empezamos con la masa

Calentamos la leche y la mantequilla en una cacerola pequeña a fuego medio, hasta que la mantequilla se derrita. La retiramos del fuego y dejar enfriar hasta que esté tibia (40-42°C)

Mientras que la leche y la mantequilla se están enfriando, echamos la levadura sobre el agua tibia en un cuenco. Incorporamos el azúcar y los huevos, batiendo con la paleta a velocidad baja para mezclar. Agreguamos la sal y la leche, que ahora debería estar tibia, y 300g de harina. Batimos a una velocidad media durante 1 minuto. Cambiamos la paleta por un accesorio de gancho. Añadimos 150g más de harina, amasando a velocidad media-baja. Si la masa se pega al cuenco, añadiremos más harina con moderación. Seguimos batiendo hasta que la masa esté suave y se despegue de los lados, unos 10 minutos.

Ponemos la masa sobre una superficie ligeramente enharinada. Pellizcamos la masa con una mano, limpia y seca, y si todavía está pegajosa, añadiremos, 50-75g más de harina, amasando hasta obtener una masa suave y elástica. Colocamos la masa en un cuenco grande, ligeramente engrasado, y la tapamos con lámina de plástico de cocina, y dejamos que suga hasta que duplique su tamaño, de 2 horas a 2 horas y media. Golpeamos la masa para desinflarla. Sin deformar la masa, la ponemos en una superficie sin harina, y la dejamos reposar 10 minutos.

Damos forma a las caracolas

Engrasamos una bandeja para horno de 33 x 22 cm. Y mezclar la canela con el azúcar en un tazón pequeño. Con el rodillo, extendemos la masa para formar un rectángulo de 30 x 40 cm. Pintamos con leche generosamente, y espolvoreamos uniformemente una capa de canela con azúcar, dejando libre 1 cm en el borde de la parte superior. Si usamos las pasas y frutos secos, ahora es el momento de distribuirlos sobre la canela y el azúcar. Enrollamos la masa, empezando por el borde más cercano. Pellizcando la masa, a medida que avanzamos, para sellar los bordes, pero no a los extremos.

Cortamos el rollo por la mitad. Y cortamos sucesivamente cada pieza otra vez por la mitad hasta que tengamos 12 rollos. Los distribuimos en la bandeja que habíamos preparado, dejando espacio entre ellos para que se puedan expandir.

Horneamos

Cubrimos la bandeja con película de plástico, o con arpillera ligera, sin apretar. Dejamos que las carabolas suban y dupliquen su tamaño, aprozimadamente 1 hora. Las caracolas casi estarán tocándose después de subir. Colocamos la rejilla en el horno en la posición central y calentamos a 175°C.

Horneamos 25 a 30 minutos, hasta que estén las caracolas estén doradas. Retiramos la bandeja del horno y volcamos las caracolas, invertidas, sobre una rejilla. Dejamos que se enfrien durante 20 a 30 minutos.

Glaseamos

Mezclamos los ingredientes del glaseado- canela, azúcar glas, leche condensada, zumo de limón, y extracto de vainilla - hasta conseguir una pasta suave. Le damos la vuelta a las caracolas, y colocamos la rejilla sobre una bandeja, o sobre papel encerado. Una vez que los rollos estén a tempertura ambiente, glaseamos la parte superior. Una vez glaseados, los separamos, y servimos.

Caracolas glaseadas.
Rendimiento
12 raciones
Tiempo de preparación45
Tiempo de cocción30
Tiempo total
1 hora, 15 minutos

Notas

Idealmente, es mejor usar el cuenco del robot de cocina, si tenemos uno. Si no lo tenemos, podemos echar la levadura en un recipiente grande con el agua, y utilizar una cuchara de madera para incorporar los demás ingredientes. Cuando la masa se una, podemos pasarla a una superficie ligeramente enharinada, y amasar unos 12 a 15 minutos a mano, hasta que la masa esté suave y elástica, añadiendo un poco más de harina si fuera necesario. Las instrucciones para hacer subir la masa todavía son aplicables.

El tiempo de preparación que se da no tiene en cuenta los tiempos de reposo.

Si no hay ningún termómetro disponible, se puede utilizar la parte interior de la muñeca para probar la temperatura. Al echar unas gotas, debería sentirse una sensación cálida y confortable. Si se siente la húmedad pero no hay casi diferencia entre la temperatura de la piel y la del líquido, está un poco más frío que 40ºC.

Para separar las caracolas, podemos usar seda dental. Basta con deslizar las seda dental debajo de los bollos, sacando un extremo por cada lado y cruzándolos arriba, para después tirar.

Origen

Cocina norteamericana