Mejillones con vino blanco y nata
Los mejillones quedan fantásticos cuando se cocinan de forma clásica con cebolla picada, nata y vino blanco. Es el plato perfecto para disfrutar con una copa de vino frío.
Ingredientes
Instrucciones
Calentamos la mantequilla y el aceite en una cazuela a fuego medi-bajo. Sofreímos la cebolla hasta que se ablande pero sin dorarse, 4-5 minutos.
Echamos el vino blanco y dejamos que rompa a hevir. Añadimos los mejillones, tapamos la cazuela y dejamos que se abran al vapor sacudiendo la cazuela de vez en cuando, 3-5 minutos.
Una vez abiertos, los condimentamos con sal y pimienta, agregamos la nata líquida y el perejil y dejamos que sigan cocinandose destapados unos minutos más, sacudiendo la cazuela ocasionalmente, para que la nata se caliente y se mezcle con el jugo de los mejillones.
Pasamos los mejillones al vino blanco y nata a una fuente y los servimos inmediatamente.
Notas
Si se desea un sabor más fuerte, puede sustituirse el vino blanco por la misma cantidad de brandy. Se deja hervir 1 minuto antes de incorporar los mejillones para que se evapore el alcohol.
Para evitar que queden trocitos de concha y arena en la salsa, los mejillones se pasan a una fuente una vez abiertos y se cuela el líquido de la cazuela. El líquido limpio se vuelve a poner en la cazuela con los mejillones abiertos y se continúa la receta.
Si no se quieren servir los mejillones con cáscara, se abren al vapor en una cazuela con el vino. Se sacan, reservando el líquido, y se les quita la cáscara. Ahora se sofríe la cebolla en mantequilla y aceite. Cuando está blanda, se añade el líquido, colado, y se deja hervir un par de minutos. Se añaden los mejillones, la nata y el perejil y se cocinan hasta que estén calientes.
Variaciones
Se puede añadir un ramillete de hierbas a la cazuela junto con el vino blanco. Se retira antes de servir.