Merece la pena tener la despensa bien surtida antes de entregarse a la cocina durante las fiestas navideñas.
La última cosa que cualquier cocinero quiere es estar trabajando en la cocina y darse cuenta de que le falta un ingrediente para terminar la comida. A casi todo el mundo le ha pasado, por lo menos una vez.
Y para estar seguros de que no vuelva a pasar y que nunca se olvida nada, lo mejor es hacer una lista. Se puede guardar de un año para otro, añadiendo y quitando cosas según convenga, porque muchas cosas se repiten todos los años, especialmente cuando las navidades se celebran en familia; siempre hay platos que son tradicionales. Más nos vale cerciorarnos de que los armarios de la cocina contienen todo lo que vamos a necesitar.
Si es la primera vez que se hace una lista para las fiestas, puede utilizarse esta como base. Se incluyen los alimentos del refrigerador y del congelador, además de los que se guardarían en una despensa tradicional. Vamos a suponer que se van a aprovechar las vacaciones para hacer algo de repostería.
La despensa
- Turrones y peladillas
- Polvorones y mantecados
- Mazapán
- Frutos secos (nueces, almendras, avellanas, uvas pasas, dátiles)
- Harina (para todo uso, harina para pastelería)
- Bicarbonato de soda, crémor tártaro
- Levadura en polvo, levadura seca (para pan)
- Azúcar (blanco, moreno, azúcar glas)
- Miel
- Chocolate (para la taza, en pepitas, cacao en polvo)
- Especias navideñas (canela, clavo, nuez moscada, pimienta de Jamaica, jengibre)
- Sal y pimienta
- Aceite y vinagre
- Pan rallado
- Caldo
- Hortalizas (patatas, batatas, cebolla, ajos)
- Limones, limas
Esta es sólo una lista corta. Se pueden añadir o quitar cosas dependiendo de las tradiciones que se sigan y del gusto particular de cada uno.