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Freidoras

Cuando la fritura es un método que se usa frecuentemente, o cuando se deben freír grandes cantidades de una sola vez, lo mejor es tener el equipo adecuado.

Una freidora eléctrica es la solución para quienes hacen frituras a menudo fríen cantidades grandes. Obviamente, ocupa espacio y no es un utensilio imprescindible a menos que se fría muy frecuentemente o sea necesario freír cantidades muy grandes de una vez. Las freidoras eléctricas no son para todos, pero quienes no tengan la habilidad de freír bien, pueden conseguir resultados extraordinarios al poder freír una gran variedad de alimentos en abundante aceite y a la temperatura adecuada.

Suelen ser cacerolas cilíndricas con tapadera que puede cerrar firmemente. Frecuentemente tienen un cestillo con asa que permite bajar los alimentos a freír cuando la grasa ha alcanzado la temperatura correcta. Se puede sacar el cestillo cuando la comida está lista. La tapadera reduce los humos y las salpicaduras. También se evitan salpicaduras porque no hay necesidad de dar la vuelta a los alimentos.

Controles

Suelen estar en la parte frontal. Al menos tiene un interruptor, un control de temperatura y un piloto que indica cuando está funcionando. Las freidoras más modernas con paneles digitales suelen poder controlar también el tiempo de cocción. Algunas tienen programas ya establecidos.

Aceite

Suele necesitarse una gran cantidad de aceite para una freidora, entre 1 y 2 litros, dependiendo del tamaño. Pero normalmente puede usarse muchas veces porque suelen tener un filtro que limpia el aceite. Aún, así hay que cambiar el aceite de vez en cuando, siguiendo las instrucciones del aparato.

Hay freidoras eléctricas que fríen sin aceite y cocinan con aire caliente.

Filtros

Además de un filtro para mantener el aceite limpio, las freidoras eléctricas suelen tener también un filtro de carbón vegetal en la tapa que absorbe los olores y el vapor. Es normal tener que cambiar los filtros cada cierto tiempo.