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Qué vino servir con el asado

Las comidas festivas son ocasiones especiales para las cuales se requiere una botella de vino algo más especial y que refleje el  talante del evento. Las comidas tradicionales cuando hay algo que celebrar, especialmente las celebraciones navideñas, suelen incluir carne asada, y muy frecuentemente pavo, cordero, cerdo, o jamón, con su salsa y abundante guarnición, y siempre hay algo de confusión y debate acerca del vino que se debe servir con la comida en estos casos.

El maridaje afortunado de vinos con estos platos principales puede ser un poco difícil. Vamos a echar un vistazo a las comidas festivas y ver si podemos determinar qué vinos las complementan bien.

Jamón, glaseado o ahumado

En general, la carne de cerdo asada va bien con una amplia variedad de vinos, desde un Rioja o un Borgoña blanco, hasta vinos tintos ligeros como un Merlot o Pinot Noir. Sin embargo, cuando se sirve con puré de manzana, un acompañamiento clásico para el cerdo asado en muchos países, va mejor con un vino algo más ácido como el Riesling. Este es el caso de  los jamones que se preparan para una celebración. Normalmente se cocinan con una salsa rica y dulzona, y a menudo se les aplica un glaseado para formar una corteza crujiente, lo cual también los hace más dulces al paladar. Los sabores más pesadas de un jamón glaseado deben estar acompañados con un vino que tenga niveles de acidez más altos, como un Riesling, o un simple  Zinfandel blanco. Otras opciones serían Verdejo o Chenin Blanc.

Hay también jamones ahumados, curados y que han reposado algún tiempo. Los jamones de este tipo resultan más ligeros, y suelen ir bien con un Pinot Noir o un Vouvray.

La razón por las cual este tipo de combinaciones funciona bien es que la comida se equilibra. La acidez del Riesling corta el sabor dulce y azucarado de los jamones glaseados, mientras que los matices afrutados del Pinot Noir disminuyen la sensación de sabor a humo del jamón curado o ahumado. Los vinos más pesados ??se harían dominantes y ahogarían el sabor del jamón, ya sea por el calor del alcohol, o por el exceso de dinamismo y los ricos sabores que tienen.

Pavo, carne blanca y carne oscura

A menudo se sirve el pavo asado con un Chardonnay envejecido en roble y eso está bien, como recomendación general. Ahora, el pavo tiene piezas de carne muy blanca, como la pechuga, y piezas de carne más oscura, como los muslos. La carne blanca del pavo tiene una textura más seca que la carne oscura. Con el fin de equilibrar la textura de la carne blanca, sería imprudente servir un vino seco pues no ayudaría a saciar esa necesidad de algo fresco y jugoso que produce este tipo de carne. Los vinos algo más dulces son generalmente un buen acompañamiento para la carne blanca, ya que obligan al paladar a salivar. Un vino algo dulce y ligero funcionará. La carne oscura de pavo puede ir muy bien con un tinto suave y ligero, como un Merlot o Pinot Noir, o un vino rosado.

Ahora, si estamos sirviendo pavo asado con salsa de arándanos agrios, relleno y todas las guarniciones, podemos acompañarlo con un buen tinto, como uno de Borgoña o Shiraz, y también aguanta un Rioja o un vino de la Ribera del Duero. Un Pinot Blanc de la Alsacia, que es picante, acompaña bien a un pavo condimentado con pimentón; paro también un Borgoña también puede hacer un buen papel.

Pavo asado con sus guarniciones.

Pato o ganso

Para un asado más pesado, como el pato o el ganso, se puede considerar un vino más ácido, como los Sangiovese de la Toscana.

Pollo

El pollo, por el contrario se beneficia de un Riesling alemán o de un Chardonnay que ha pasado tiempo en barrica de roble.

Cordero

Lo mejor es servir un buen vino tinto y nada mejor que un Rioja. Alternativamente tintos de Borgoña, Chianti, Bordeaux, o Cabernet Sauvignon o Merlot de los países del Nuevo Mundo.