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Té descafeinado

Una buena adición a la caja del té.

Hay momentos en los que no es necesario ningún tipo de estimulante, pero apetece tomar una reconfortante taza de té. De hecho, beber té a menudo significa lo contrario: es tomar unos minutos para relajarse, despejar la mente y dejar que las preocupaciones del día se vayan. Una taza de té descafeinado puede ser justo lo que hace falta.

En los últimos años se han promocionado mucho el café descafeinado y el té descafeinado como una alternativa más saludable a las bebidas tradicionales. Pero esto no es enteramente correcto. Es cierto que el exceso de cafeína puede altera los nervios, puede afectar la presión arterial y puede causar malestar estomacal. Pero se ha demostrado en más de un estudio que el té verde descafeinado es menos eficaz como antioxidante que la variedad con cafeína. Eso lo hace menos efectico.

El proceso de eliminar la cafeína puede tener otras implicaciones de salud, también. Hay varios métodos conocidos de descafeinización, pero son dos los que se utilizan con mayor frecuencia: proceso directo y método del CO2.

En el método directo, el té se calienta al vapor y luego se enjuaga con acetato de etilo durante varias horas. Después, el disolvente orgánico se enjuaga con agua. Nadie tiene que preocuparse porque queden restos de productos químicos el té, el proceso es muy eficiente. Pero el proceso directo también elimina el 705 de los polifenoles, que son responsables de muchos de los beneficios para la salud atribuidos al té.

En el método del CO2, las hojas se empapan en un baño de dióxido de carbono y se pasan después por agua. El proceso se conoce como "efervescencia” pues al mezclar CO2 con el agua se forma ácido carboxílico, las burbujas de soda que producen la sensación picante en la lengua, y esa es la razón por la cual se le da ese nombre. El método de CO2 elimina la mayor parte de la cafeína mientras que deja 95% de los polifenoles intactos.

El método de la doble infusión es un método casero para eliminar la mayoría de la cafeína del té. Se echa agua caliente sobre el té y se hace una primera infusión, pero se deshecha el líquido reservando las hojas o la bolsa. Se vuelve a echar agua caliente y se hace una segunda infusión. Esta vez se puede beber el líquido porque casi toda la cafeína se habrá eliminado en la primera infusión. La pérdida de sabor es mínima, casi ni se nota.

Probablemente la mejor opción para un té descafeinado que conserve sus propiedades al máximo, entonces, es comprar una cierta cantidad de té procesado por el método del CO2.

Pero la cantidad de cafeína que el té contiene varía naturalmente, por lo que hay otra variable a revisar. El proceso de preparación de las hojas, llamado fermentación, generalmente tiene poco efecto sobre la cantidad de cafeína del té, asumiendo que no se ha aplicado ningún procedimiento de descafeinización. Pero la cantidad presente en la planta original varía de un tipo de té a otro.

El promedio es de unos 40-50 mg de cafeína por taza. Algunos tés tendrán más o menos cantidad que la media por naturaleza. El té verde tiene un contenido muy pequeño de cafeína, pero el té blanco tiene aún menos. Incluso el té descafeinado tiene algo de cafeína, por lo general alrededor de 5 mg por taza.

Por lo tanto, escoger té descafeinado depende de varios factores. Puede ser que simplemente se prefiera el té descafeinado porque su sabor es menos amargo, o puede ser que se persiga disfrutar de una infusión sin factores excitantes. Por el motivo que sea, merece la pena añadir té descafeinado a la colección de tés e infusiones. Seguro que habrá momentos para disfrutarlo.

Latas para guardar té.

El rooibos, o té rojo, tiene menos cafeína que el té ordinario pero más que el té verde. Claro que, a pesar del nombre, el té rojo es una infusión de otro tipo de planta, no se trata de camellia sinensis.