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El vino en Canadá

El clima es un desafío y la mayor parte del territorio no es adecuado, sin embargo, Canadá produce algunos vinos de categoría mundial

La mayoría de la producción vinícola de Canadá está justamente asociada con la Columbia Británica. En las últimas décadas, los vinos de la Columbia Británica han alcanzado el nivel más alto y pueden competir con cualquier otro. Pero en casi todas las provincias de Canadá se produce vino, a menudo en condiciones mucho más difíciles. Y muchas de estas pequeñas empresas familiares están comenzando a producir cosechas merecedoras de galardones.

Canadá se extiende 7,800 km desde el Pacífico hasta el Océano Atlántico, desde Terranova a la isla de Vancouver en la costa oeste de la Columbia Británica.

Pero a pesar de la reputación del país de estar situado en las latitudes más septentrionales y de tener inviernos fríos, algunas zonas de Canadá en realidad se encuentran más al sur que la famosa región de Borgoña en Francia. La región de Ontario, por ejemplo, se encuentra entre las latitudes 41 y 52, situándola en el paralelo de Burdeos en Francia y el valle de Napa en California.

La enorme masa de tierra, los océanos, sus numerosos lagos de agua dulce y altas montañas le dan a Canadá una amplia variedad de microclimas que los productores aprovechan bien para cultivar vides y uvas para hacer vino. La mayoría de los viduños son alguna variedad de vitis vinifera, la cual durante mucho tiempo se pensó que no prosperarían tan al norte. Gracias a las viejas tradiciones, combinadas con la ciencia moderna, les va bien incluso en Quebec.

Columbia Británica

La Columbia Británica es la principal región productora de vino en Canadá. Considerada durante mucho tiempo como una  zona productora de vinos de calidad inferior, la Columbia Británica ha sido reconocida como una potencia enológica.

El vino de Columbia Británica se remonta sólo mediados del siglo XIX, cuando el Padre Pandosy estableció los primeros viñedos en la Misión Obelate cerca de Kelowna. En 1926 abrieron los primeros viñedos comerciales y una bodega que vendía vino al público en general.

La principal región vitícola de esta provincia canadiense está compuesta por los valles de Okanagan y Similkameen, al sur,  en la parte central.

Aunque el área total de tierra y agua dulce de la Columbia Británica es mayor que las de Francia y Alemania combinadas, con aproximadamente 5.500 acres bajo cultivo y menos de 100 bodegas, la región como productora es pequeña en comparación con Francia, Italia o incluso España.

El lago Okanagan, que llena una gran parte del valle, modera el calor en esta región desértica y semiárida. Del suelo de piedra glacial, arena fina y limo y arcilla del norte, hasta la arena y la grava del sur, vienen variedades de Burdeos como Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot, así como las alemanas Siegerrebe, Sylvaner y Ortega. Merlot y Chardonnay encabezan la lista como las variedades más plantadas, pero también se cultivan Pinot Noir, Pinot Gris y Gewürztraminer.

Pero con un clima gobernado por la proximidad de la región a la Cordillera de la Costa que produce veranos calurosos y secos, muchas horas de sol y poca humedad, los viticultores tienen las condiciones ideales para producir vinos merecedores de premios. Y eso lo hacen.

Aquí las bodegas del Valle de Okanagan producen el 95% del vino de la Columbia Británica. Esto no es una hazaña pequeñas pues sólo cuentan con 18 cm de lluvia al año en el sur y 40 cm en el extremo norte. Especialmente para viñedos jóvenes y allí tienen menos de 10 años como media.

Los vinos blancos, frescos y afrutados, que se producen a menudo tienen un estilo alemán seco, pero también hay muchos blancos según la tradición francesa. Los tintos han avanzado en los últimos años con Pinot Noir y se produce una envidiable bebida de cuerpo medio a partir de esta fina uva. A pesar de su pequeño tamaño, la Columbia Británica cuenta también con una buena gama de vinos de postre con sabores de ciruela, arándano, frambuesa y otros.

La Columbia Británica cuenta entre sus exportaciones con un vino de hielo de estilo alemán que es muy respetado. El vino de hielo se elabora con uvas que se recolectan y se pisan después de haberse congelado. Este tipo de vino fue una especialidad alemana durante más de dos siglos, pero en las últimas décadas Canadá se ha convertido en uno de los mayores productores mundiales de esta inusual bebida.

Los vinos blancos que se producen van desde un Riesling, meloso con un retrogusto de cítricos, hasta el Gray Monk Pinot Gris, un favorito reciente. El Merlot de maduración temprana con notas de ciruela y retrogusto de café no defraudará al amante del vino tinto, ni tampoco lo hará el Cabernet Sauvignon del valle de Similkameen.

Incluso la pequeña isla de Vancouver, relativamente nueva, se está poniendo de moda y experimenta con Ehrenfelser, Muscat, Siegerrebe y otras variedades exóticas. La mayoría de estos viñedos están localizados en laderas y sólo sirven a una decena de bodegas pequeñas, pero se pueden esperar grandes cosas en el futuro.

Niágara

Una de las bodegas más nuevas, fundada en 1978, es el Chateau des Charmes de la familia Bosc, situada en la península de Niágara, donde el clima templado proporciona hasta 190 días al año sin escarcha y aptos para el cultivo. Con una ubicación ideal en el sur del lago Ontario, a 44 grados de latitud, este enorme Chateau es la sede de viñedos que producen un excelente Chardonnay, fermentado en barrica y envejecido en roble francés. El resultado es un vino con cuerpo y sabores de frutas tropicales y melón que combina bien con aves o pasta. El Cabernet Sauvignon que producen es otro gran vino con un color rubí profundo y aroma de grosella negra y pimienta. Este vino tiene cuerpo y resulta un excelente compañero para la carne de vacuno, además puede envejecer entre 5 y 10 años.

En otras partes de Niágara está Coyote's Run, que abrió sus puertas en mayo de 2004. Está situada en suelo de arcilla caliza y aprovechando la brisa cálida que viene del agua. De hecho, la temperatura media es 3ºC más alta que la mayoría de los otros viñedos de la zona y permite cosechar la uva 1-2 semanas antes que el resto.  La arcilla marrón oscuro común en el área produce uvas claramente diferente a la uva más afrutada y perfumada que crece en la arcilla roja.

Quebec

Incluso Montreal es el hogar de algunas de las bodegas de Quebec, ubicadas en la sección occidental de la llanura glaciar. Aquí se produce un tinto de cuerpo medio a partir de una mezcla de uvas Cabernet Severnyi, Frontenac y Landot. Un vino envejecido en roble americano lleno de sabores de frutas negras maduras con notas de roble, regaliz y vainilla.

Isla del Príncipe Eduardo

Para no ser ignorada, la pequeña Isla del Príncipe Eduardo no se queda atrás y se involucra en la producción, a pesar de que el clima hostil requiere que algunas variedades de uva sólo se puedan cultivar en invernaderos. Se produce un vino Rossignol muy bien equilibrado a partir de Seyval Blanc, Marechal, Ortega y otras..

Nueva Escocia

Nueva Escocia también alberga a 22 viticultores que se afanan con los híbridos franceses Maréchal Foch, Baco Noir y DeChaunac, aunque la especialidad sigue siendo el vino de hielo.

Otras regiones

En Alberta, la luz solar oscila entre las 1.900 horas en el norte y las 2.300 horas que se disfrutan en el sur, donde las Rocosas producen los vientos cálidos y secos de Chinook. Un Chinook elevó la temperatura de -19ºC a 3,3ºC  en una sola hora.

Saskatchewan en el corazón de América del Norte, limita al sur con Montana y Dakota del Norte.

Manitoba, una vez una llanura de inundación, ahora ve inviernos fríos y veranos soleados con un promedio de 25ºC.


Principales regiones vitivinícolas en Canadá

Valle de Similkameen

Columbia Británica

Isla de Vancouver

Valle de Fraser

Valle de Okanagan

Península de Niágara

Costa norte del lago Erie

Isla de Pelee

Ontario

Quebec

Nueva Escocia


Todo esto y más evidencian el insaciable deseo de Canadá de expandir el negocio de la elaboración del vino hasta ocuparlegítimamente su lugar en el escenario mundial.


El vino de hielo canadiense es algo que merece la pena probar. Es un delicioso vino de postre elaborado con uvas congeladas. Los azúcares se concentran dando como resultado un vino dulce, pero no excesivamente.