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Servilletas decorativas

Las servilletas son el perfecto detalle final al poner la mesa

La mesa es el escenario dónde se desarrolla la comida. Una mesa bien puesta con una decoración atractiva crea un sentimiento de anticipación entre los invitados, asegurándoles de que van a pasar juntos un tiempo especial. Cada vez que se pone la mesa se combinan artísticamente elementos que tienen principalmente un propósito práctico – como los platos, vasos y cubiertos – con otros que tienen función decorativa - como las flores - para crear una atmósfera única, adecuada al propósito de la comida. Aunque lo ideal sería presentar una vajilla y cubertería distinta dependiendo de la ocasión, la inversión monetaria que esto implica y el espacio necesario para guardar numerosas vajillas, lo hacen imposible. La mejor solución es mantener fijos los elementos más costosos y variar los elementos decorativos.

Los detalles decorativos hacen un papel estelar cuando se trata de que la mesa parezca elegante y atractiva. Además, pueden crearse ambientes totalmente diferentes simplemente alterando un par de accesorios. Aunque las flores y las velas son muy útiles a la hora de crear una atmósfera particular, no son adecuadas para todas las situaciones. El mantel y las servilletas son los elementos transitorios más fáciles de alterar, y los que tienen más sentido cambiar desde el punto de vista económico. Las servilletas, particularmente, tienen un gran potencial como elemento decorativo y son un elemento perfecto para realzar la mesa. Por baratas que sean las flores, casi seguro que puede encontrarse por el mismo precio un juego de servilletas y, si se trata de servilletas de tela, podrán usarse más de una vez, al contrario que las flores cortadas.

Flores y velas

Los arreglos florales para la mesa deben ser bajos y no molestar a los comensales. Es necesario colocarlos de forma que no impidan que los invitados se vean la cara para que puedan conversar. El sentido del olfato juega un papel clave a la hora de disfrutar de la comida, así que deben usarse flores y hojas que no tengan olor para que no se mezcle con el aroma de los platos que se sirven. Los amantes del buen vino no desean que nada estropee la degustación de un buen caldo y no aprecian ningún tipo de flores.

Las velas sólo tienen sentido a la hora de cenar, a menos que el comedor sea terriblemente oscuro. Deben encenderse una vez que los comensales se han sentado. Por la misma razón que con las flores, las velas aromáticas no son recomendables como decoración ambiental en la mesa, ni siquiera en la misma habitación donde se celebra la comida.

Las servilletas ponen el toque final

Una mesa vestida con un mantel impecable de lino blanco, una vajilla de porcelana, cubertería de plata, y una cristalería reluciente, con servilletas perfectamente almidonadas y dobladas, prepara la escena para una cena formal, quizás una celebración protocolaria. Pero si cambiamos las servilletas blancas por otras de colores brillantes, dobladas en un diseño más creativo, o sujetas con servilleteros igualmente coloridos, los invitados sabrán inmediatamente que se trata de un asunto mucho más relajado.

Es hora de contemplar a las humildes servilletas bajo una nueva luz. Como elemento decorativo, pueden realzar o transformar completamente el estilo de una celebración. Una servilleta blanca de lino o damasco, tamaño generoso, y doblada de una forma clásica le da refinamiento y formalidad a la mesa. Una servilleta de color azul turquesa, enrollada en forma de vela y colocada en el vaso comunica un cierto sentido de diversión y anima a los invitados a participar en la fiesta.

Juegos de servilletas

Se debería tener al menos un juego de diario y un juego para invitados. Por supuesto, el número de servilletas depende del número de personas que se sienten habitualmente a comer. El número ideal de invitados para una comida entretenida, donde todo el mundo tenga tiempo de hablar con todos los demás, está entre ocho y diez, así que sería suficiente un juego formal de doce servilletas, ya que hay suficientes para cada invitado, y alguna de repuesto, en caso de que haya algún accidente. También se pueden usar en el caso de tener doce invitados. Las servilletas de papel son perfectamente admisibles en muchas ocasiones, por ejemplo, en el caso de una reunión en el jardín, una fiesta de niños, o un cóctel con numerosos invitados.

Aunque la mayoría se decanta por juegos de mantelería completos, donde las servilletas son del mismo material y diseño que el mantel, no se trata de una directiva de protocolo. Un juego de servilletas de lino de color marfil o blanco se puede utilizar en muchas ocasiones. Alternativamente, pueden escogerse uno o varios juegos de servilletas de color y diseño contemporáneos. O pueden hacerse las dos cosas.

Unas servilletas modernas dan un tono completamente distinto al lado de una vajilla clásica, y este ambiente puede realzarse al cambiar la forma en la que se han plegado o añadiendo algún detalle decorativo. Las servilletas pueden atarse con una cinta cuyo color y textura vayan a juego con la decoración, o pueden hacerse servilleteros a partir de todo tipo de materiales, desde un hilo de cuentas hasta un anillo de imperdibles, siendo posible integrar las servilletas con cualquier tema.

Algunas personas tienen la suerte de recibir la mantelería de la familia y poseen unas servilletas de categoría sin haber tenido que preocuparse por ello. Si no es ese el caso y no se tiene todavía un juego de servilletas para invitados, merece la pena invertir en unas de calidad excelente, blancas, color marfil o crema, de lino o damasco de algodón. Una buena mantelería dura eternamente, y puede pasarse a la siguiente generación. Recién lavada y planchada, siempre resultan bien, y, como ocurre con el buen vino, su aspecto mejora con la edad, a pesar de tener encima muchos años de lavados y almidonados. Por ello, buscar una mantelería en las tiendas y subastas de antigüedades es una opción para conseguir un juego de servilletas excepcional. Encontrar unas servilletas centenarias que todavía pueden usarse incluso puede resultar divertido.

Es fácil crear presentaciones estilizadas y elegantes para cualquier ocasión utilizando servilletas plegadas, decoradas o embellecidas. Una servilleta de calidad queda maravillosa sin más que planchar y doblar, pero también puede decorarse de acuerdo con la estación o el evento que se celebra, atándola con una cinta, un servilletero decorado, o flores del jardín. Para celebraciones formales, puede experimentarse con un plegado más elaborado, aunque no tanto que le de a su mesa la apariencia de una en un restaurante; no sólo esto restaría intimidad a su celebración, sino que puede producir el efecto opuesto al deseado y restarle elegancia al evento.

Como colocar las servilletas

Unas servilletas impecables son un elemento esencial de una mesa bien puesta. Pueden presentarse dobladas en forma de cuadrado, y colocarse con la máxima simplicidad, o pueden plegarse de forma creativa, complementando la comida y el diseño de la mesa.

Tradicionalmente, la servilleta se coloca, doblada, encima del plato superior, centrada entre el tenedor y el cuchillo. Si se va a servir el primer plato antes de que los invitados se sienten a la mesa, la servilleta se dobla y se coloca a la izquierda, en un plato auxiliar – doblada de forma rectangular o triangular, que ocupan menos sitio, o enrollada. Los plegados esculturales pueden colocarse en el centro del plato superior, o pueden colocarse, según su diseño, en un cuenco, una copa, o un vaso. Las servilletas pueden plegarse de forma que sujeten los cubiertos, palillos orientales, una tarjeta, flores, o un pequeño regalo. Es necesario que se fácil coger y desdoblar la servilleta cuando la comida empiece, cualquiera que sea el formato escogido para presentarla.

En un buffet, lo mejor es colocar las servilletas cerca de los cubiertos y los platos, dobladas simplemente en cuadrados, en una cesta. En este caso, siempre harán falta más servilletas que invitados a comer, pues muchos dejan la servilleta con el plato. Si hay tiempo suficiente, puede enrollarse la servilleta alrededor del tenedor y el cuchillo. Las servilletas de papel son aceptables en estos casos.

A diario

¿Y qué pasa con las comidas ordinarias? No hay ninguna razón para no ser creativo con las servilletas, siempre que haya tiempo. Una servilleta plegada artísticamente le da estilo a la mesa más sencilla en cualquier ocasión, desde la cena formal que requiere el servicio de plata hasta una comida ordinaria. Una servilleta doblada con arte puede decir que no se ha olvidado el aniversario de bodas, el cumpleaños, o el día de los enamorados, incluso cuando no ha habido tiempo para hacer nada más. Cuando los niños llevan la comida al colegio, pueden llevar también una sorpresa en la tartera.

Las servilletas sirven como decoración, además de ser útiles, y pueden añadir una dimensión más fresca y divertida a las comidas.