Proyectos de reforma en la cocina que puede hacer uno mismo
Muchas reformas en la cocina sólo requieren habilidad básica, algunas herramientas y un poco de planificación.
No hace falta llamar a un diseñador profesional para cambiar la iluminación. Cualquiera con un poco de imaginación puede hacerlo, sólo hace falta liberar la creatividad y realizar algunas tareas manuales para que la cocina tenga el aspecto deseado. Tampoco es necesario llamar al fontanero para cambiar una pila por otra del mismo tamaño y modelo. Es algo que puede aprenderse.
Estos son sólo dos ejemplos escogidos entra la gran variedad de proyectos de reforma en la cocina que sólo requieren un nivel básico de habilidad, unas pocas herramientas herramientas corrientes, y cierta planificación.
Reemplazar la encimera es algo factible, sólo se necesita tomar medidas precisas, mucha paciencia para quitar la vieja encimera, y algunas instrucciones básicas sobre cómo instalar la nueva.
Y con la amplia gama de opciones disponibles hoy en día, este proyecto no sólo está al alcance de cualquier aficionado al bricolaje medianamente competente, también es muy divertido. Por ejemplo, hay superficies laminadas en abundancia. Abarcan desde el mármol falso a imitaciones de cualquier tipo de madera, y prácticamente indistinguibles de la madera real.
Los electrodomésticos que existen hoy en día se habrían considerado como algo de ciencia ficción no hace mucho tiempo. Una cocina de inducción, por ejemplo, puede calentar las cacerolas sin producir ningún calor en absoluto en el quemador o en la parte superior de la estufa. Son ultra-fáciles de instalar, ya que básicamente sólo se requiere colocar un dispositivo de unos 5 cm de espesor en un agujero cortado en la encimera y conectarlo.
Incluso las reformas más corrientes pueden resultar muy satisfactorias. Tener que instalar un lavavajillas nuevo puede ser una oportunidad para ir más allá de reemplazar el friegaplatos viejo que ha comenzado a tener fugas de agua. Puede ser una oportunidad reformar la cocina. Los estilos contemporáneos de lavavajillas ofrecen innovaciones que merece la pena considerar, tales como un lavaplatos pequeño que se puede instalar en un cajón.
Puede ser que reparar la placa de la cocina no represente una oportunidad para usar la creatividad, pero puede resultar mucho más barato que instalar una placa nueva o una cocina nueva. Y más barato aún si es algo que puede hacer uno mismo. Es fácil cambiar las bobinas de una cocina eléctrica. Los quemadores de gas a veces dejan de funcionar únicamente porque están sucios. Cambiar un interruptor no requiere un electricista profesional, una vez que se ha leído un poco.
Incluso un extractor o una campana extractora pueden reemplazarse sólo con tener una cantidad modesta de conocimientos y la buena voluntad de hacer un pequeño esfuerzo adicional. Instalar una rejilla de ventilación en la pared, por ejemplo, requiere no mucho más que una broca de mampostería accionada por un buen taladro eléctrico y un poco de cuidado, y también paciencia.
Quizás sea más fácil empezar por proyectos que casi cualquiera puede hacer, como pintar las paredes de la cocina o pintar los muebles.
La confianza que se necesita para empezar cualquier proyecto de reforma en la cocina y llevarlo a cabo con éxito se adquiere informándose primero, para hacer un buen plan después, un con medidas lo más exactas posible. Por supuesto, conviene practicar un poco cómo utilizar las herramientas comunes antes de lanzarse. Una vez que se ha adquirido algo de destreza manual, se conocen los pasos a dar, las instrucciones particulares y se está seguro sobre las medidas, sólo hay que decidirse.
Las recompensas que se obtienen van más allá de la cantidad de dinero que se ahorra. Están también la satisfacción de haber sido capaz de hacerlo y una cocina preciosa.
Antes de empezar
Una de las cosas más difíciles para llevar a cabo un proyecto de reforma en la cocina uno mismo no es las habilidad requerida. Se necesita alguna capacidad manual, pero casi cualquiera puede aprender a hacerlo. Tampoco es la necesidad de obtener algunas herramientas. Casi todas son asequibles, especialmente si se van a usar más de una vez. Es la falta de confianza en uno mismo lo que hace difícil empezar el proyecto y completarlo sin altibajos.
Supongamos que nos gustaría instalar algunas unidades nuevas. Parece un trabajo para un profesional y lo primero que hacemos es coger el teléfono. Incluso los más renuentes son capaces descubrir fácilmente que la instalación de ciertas unidades es realmente muy simple. Pintar los muebles existentes es aún más fácil.
Ciertamente se necesitan herramientas para llevar a cabo casi cualquier proyecto de bricolaje, por supuesto. Pero, afortunadamente para su presupuesto, las mismas herramientas se usan una y otra vez, y no sólo en la cocina. A diferencia de, digamos, la reparación de coches, rara vez se necesita una herramienta especial que va a utilizar sólo una vez. Además, es muy posible que esa herramienta especial se pueda alquilar, o dejar que esa tarea especial se haga fuera, como en el caso de cortar las superficies laminadas con formas específicas.
Casi todas las reparaciones y reformas se pueden hacer con un par de destornilladores, uno de cabeza plana y uno de cabeza Philips; un martillo; un nivel, y una sierra de mano. Claro que un taladro o un destornillador eléctrico y una sierra eléctrica podrían ser de gran ayuda. Comprar esas herramientas es mucho más barato que la visita de un profesional
A continuación, se requiere paciencia. Esta es otra de las razones por las que los buenos profesionales cobran bien. No es sólo porque tienen experiencia. También tienen la paciencia necesaria para hacer bien el trabajo. Saben que es mejor tomarse el tiempo para encontrar los materiales adecuados, hacer un buen diseño y dibujar los planes correctos. Una ejecución cuidadosa reduce los costes y minimiza los errores que quedan mal.