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Los niños y la fruta

Hay niños a los que no les gusta la fruta, pero siempre se les puede animar a que la prueben.

Se pueden pelar mandarinas, o naranjas, y congelar gajos. Son excelentes para calmar la sed en un día caluroso, como un polo instantáneo.

A los niños les encanta el chocolate. Las fresas cubiertas con chocolate o la fruta cortada mojada en una salsa de chocolate suelen ser un éxito. Y se puede usar una mezcla de chocolate con leche y chocolate blanco para crear efectos especiales. Incluso se puede experimentar con el chocolate más oscuro.

Los kiwis son suaves. Y fáciles. Se puede cortar un kiwi por la mitad y dejar que los niños coman r la pulpa directamente con la ayuda de una cuchara.

El melón maduro cortado en dados suele caer bien. Y también la sandía, pero aquí hay que tener cuidado con las semillas. La sandía es dulce y jugosa, siempre la favorita de los niños. Las rodajas de sandía no suelen necesitar más preparación que quitar todas las pepitas.

Se pueden mojar trozos manzana en azúcar con sabor a canela.

Brochetas de dados de pera y queso fresco.

Las uvas también saben muy bien con queso. Las uvas sin pepitas están bien para los niños en edad escolar. A los niños pequeños no solo les gustan las pepitas, sino también la piel.

El mango es la fruta favorita de muchos niños. Se les puede dar fresco, cortado en dados, o se puede usar mango seco, hidratado, para hacer postres deliciosos.

Se pueden hacer bocadillos de fruta cortándola en rodajas y usando algún queso blando o mantequilla de cacahuete como relleno. Si se trata de frutas pequeñas, como las fresas o las frambuesas, o frutas que resultan pequeñas al cortarlas en rodajas, como los plátanos, el queso blando o la mantequilla vegetal pueden usarse como salsa para mojar.

Los plátanos, cortados en rodajas, pueden servirse acompañados de muchas otras frutas. También pueden hacerse “caramelos” de plátano cortando un plátano pequeño por la mitad, transversalmente, e insertando un palo de madera en el extremo del corte. Se puede servir tal cual, o pasados por azúcar, coco rallado, chispitas de chocolate y muchas más. Se puede cubrir el plátano con chocolate fundido y usar nueces picadas como cobertura.

Las frutas secas y los frutos secos son adecuados para niños en edad escolar. Pueden mezclarse de muchas maneras. Probando, probando, se puede encontrar una mezcla que les guste particularmente. Y les gustará aún más si ellos ayudan a prepararla.

Los niños pequeños a menudo encuentran la fruta complicada porque se debe lavar, pelar y cortar. Incluso los plátanos tienen que pelarse. Además, algunas frutas tienen huesos y pepitas y los niños no quieren molestarse en quitarlas. Saben de sobre que hay muchas otras cosas de comer, tan dulces como la fruta, que no requieren ningún esfuerzo.

La fruta es dulce por sí sola si está perfectamente madura. La fruta local de temporada es la que permite disfrutar de fruta fresca madurada en el árbol y recolectada en el momento adecuado.

A los niños pequeños, siempre hay que prepararles la fruta. Hay que presentársela lavada, pelada y cortada. A medida que van creciendo y le cogen el gusto, pueden aprender a prepararla ellos mismos.

Si pelarla y cortarla de forma simple no es suficiente, se puede cortar y presentar de forma creativa. Es recomendable ofrecerles una amplia variedad de frutas para que experimenten con sabores y texturas diferentes. Hay tantas frutas, que alguna seguramente captará el interés del niño. Incluso de los más exigentes a la hora de comer tienen una fruta favorita.