La nutrición moderna resalta la importancia de preparar comidas saludables y bajas en grasa.
Afortunadamente para los cocineros, hay formas simples de reducir el contenido de grasa de la mayoría de los platos, o de sustituir la grasa utilizada por un tipo de grasa más sano. No hay necesidad de preocuparse, las recetas bajas en grasa también serán deliciosas.
Mantequilla en la cocina
Si la receta indica que los ingredientes se deben saltear o freír en mantequilla, sustituir la mantequilla por aceite vegetal reduce la cantidad de grasa saturada de inmediato. No hay mucha diferencia entre el pescado frito en aceite de oliva o en mantequilla, por ejemplo.
Si se sustituye la mantequilla por aceite vegetal al saltear o freír, se reduce la cantidad de grasa saturada y normalmente no influye en el sabor final de la receta.
La margarina es un sustituto común de la mantequilla en la repostería, pero no es la opción más saludable porque también contiene grasas saturadas. Se pueden hacer bizcochos sin mantequilla ni margarina, usando aceite vegetal, yogur natural y purés de fruta. Los mejores purés de fruta para repostería son el de manzana y el de ciruelas, pero el plátano machacado también se usa mucho.
El aceite vegetal es un buen sustituto de la mantequilla derretida cuando se trabaja con masa filo. También se puede usar para engrasar moldes, extendiéndolo con un pincel o pulverizándolo con un aerosol.
Queso
El queso se utiliza mucho en la cocina y puede ser una fuente de grasa innecesaria. Existen muchos tipos de queso populares con variaciones bajas en grasa, aunque es necesario recordar que no se fundirán tan bien como los quesos con todo su contenido graso.
Una opción es usar una cantidad menor de lo que la receta recomienda, que se puede hacer en muchas ocasiones. Cuando se sustituye un tipo de queso por otro de sabor más fuerte, puede utilizarse una cantidad mucho menor sin que el plato pierda sabor.
Carne magra y pescado
La primera opción es escoger los cortes más magros para cada tipo de carne.
Una segunda opción es preparar la receta utilizando un tipo de carne que contenga menos grasa que la carne sugerida. Por ejemplo, se pueden preparar albóndigas de pavo en vez de albóndigas de carne de cerdo o de vaca cuando se trata de reducir el contenido de grasa saturada. Cuando se trata de platos en salsa, no se notará mucha diferencia. En otros casos habrá que experimentar con adobos y especias.
La clasificación de la carne por contenido en grasa de mayor a menor es:
cordero > cerdo > ternera > vaca o buey > pollo = pavo
Los pescados y mariscos también son fuentes de proteína magra. Es cierto que los pescados azules tienen grasas, pero suelen ser grasas más saludables que las grasas saturadas de la carne. Una rodaja de salmón a la plancha o un filete de salmón al vapor son saludables.