Pasar al contenido principal

Cómo servir cerveza

¿Cuánta espuma necesita un vaso de cerveza? ¿Hay algún tipo de cerveza que requiera servirse de un modo diferente?

¿Hay realmente una técnica para servir cerveza? ¿Es un arte o una ciencia?

¡Oh, cuán maravilloso sería si todas las preguntas que acabamos de plantear pudieran ser contestadas! Por desgracia, no es así. Incluso un acto tan sencillo como llenar un vaso de cerveza está rodeado de controversia. Hay tantas opiniones sobre el tema como camareros y aficionados a la cerveza.

La técnica básica para servir cerveza

Vamos a presentar una técnica práctica y sencilla.

Se empieza con vasos que estén absolutamente limpios y que no tengan ni una mota de polvo, ni partículas de algodón o de papel. Esos trocitos minúsculos de tela o papel pueden introducirse durante el secado. Es mejor que los vasos y las copas para servir cerveza se sequen al aire. Los aceites y la suciedad pueden interferir con la formación de la espuma y alterar sutilmente el sabor.

El vaso no está nunca medio vacío ¡No hay pesimistas entre los especialistas en servir cerveza!

Empezamos sosteniendo el vaso en un ángulo de 45° y vertimos la cerveza lentamente, apuntando al centro del lado del vaso. Cuando el vaso esté medio lleno, lo ponemos en posición vertical y seguimos vertiendo la cerveza en el medio.

El resultado debería ser un vaso lleno de cerveza con unos 3 centímetros de espuma.

Pero este enfoque directo necesita ser refinado en el caso de cervezas especiales, y también modificado en ciertas circunstancias. Y ahí está el arte.

Ales

Verter la cerveza despacio, resbalando por el lado del vidrio inclinada, ayuda a mantener la espuma a una altura moderada. Cuando acercamos el vaso a la posición vertical, o dejamos caer la cerveza desde una distancia mayor, se forma más espuma y más espesa.

Ahora, demasiada cremosidad elimina el delicioso pinchazo amargo de una cerveza de tipo Bitter. Demasiada agitación hace que los aceites del lúpulo se muevan desde el cuerpo de la cerveza a la superficie y puede que el primer sorbo resulte demasiado amargo.

Así que cada uno debe ajustar la técnica a su gusto.

Stouts

Las cervezas de tipo Stout son más oscuras, más espesas, y con sabor más fuerte, mucho lúpulo, y dejan una gran sensación en la boca. Verter lentamente el líquido permitirá el que se forme la cantidad de espuma adecuada.

Se vierte un poco de cerveza en el vaso, se para un momento, y se vierte un poco más. Crear una cabeza espumosa densa y cremosa resaltará el sabor oscuro de una cerveza Stout.

Cuidado con las botellas que contiene nitrógeno. Algunas botellas tienen cápsulas de nitrógeno que flotan cerca de la tapa, liberando el gas a través de un pequeño agujero cuando se abre la botella y ayudando a producir espuma. La introducción de nitrógeno en el último momento es un truco que necesitará una modificación de la técnica.

Pilsners

Por lo general, estas cervezas son ligeras y de color dorado. Lo mejor es trabajar con ellas, no contra ellas, para producir una cantidad de espuma sana. Verter el líquido de forma vigorosa debería resultar en una capa de espuma que se curva justo por encima del borde.

Esto maximiza el impacto de su aroma ligero y con notas de lúpulo, y libera el dióxido de carbono disuelto para producir buena espuma. Las cervezas Pilsner deben ser espumosas y burbujeantes, no planas y aburridas.

Weizenbier

Se trata de una cerveza con un sabor pleno, con algo de levadura, y con carbonatación alta, así que la cerveza de trigo queda mejor si se vierte de una forma suave. El nombre se debe más a la levadura utilizada que al grano del que se produce la malta. La mayor parte de la malta es de cebada y sólo una pequeña parte es trigo.

Los que quieren disfrutar al máximo de todo lo que esta cerveza ofrece, deberán verter un poco de la levadura de la botella en el vaso. Para lograrlo, se debe dejar una pequeña cantidad de líquido en la botella, agitarlo para levantar la levadura, y verterlo.

Una técnica empleada comúnmente en Bélgica implica mojar el vaso antes de verter el líquido, con el fin de controlar la espuma. Algunos denigran este método y lo acusan de diluir el sabor de la cerveza con la humedad adicional. Véase que ninguno de los aspectos de servir cerveza está libre de discusión.

Cervezas acondicionadas

Las cervezas acondicionadas para terminar de fermentar en la botella pueden tener una cantidad sustancial de levadura sobrante al final del proceso de elaboración. Aquellos que prefieren que la cerveza no tenga mucho sabor a pan, deberán verterla cuidadosamente o filtrarla.

Los que deseen obtener sus suplemento vitamínico de la cerveza - y quién no lo querría – deberán añadir una cantidad del sedimento de levadura al gusto y disfrutar de su complejo de vitamina B a la antigua usanza.

Cualquiera que sea el recipiente y la técnica que se utilicen, es necesario asegurarse de servir la cerveza fresca y a una temperatura adecuada para su estilo. Las Lagers se sirven generalmente más frías, entre 7°C y 10°C. A las Ales les van mejor temperaturas más cálidas, incluso tan altas como la temperatura ambiente, alrededor de 18°C.

El contenedor es importante

Los vasos, copas, y jarras donde se sirve cerveza tienen que servir para algo más que para hacer bonito, o para convertirse en un objeto de colección.

Miremos de nuevo a la jarra donde hemos servido esa cerveza. Cómo y dónde sirve cerveza es más importante de lo que parece. Una copa del material y tamaño adecuado realzará las buenas cualidades de una gran cerveza, y mientras que una del tamaño y forma incorrectos puede estropear completamente la experiencia.

Cuál es el mejor vaso para presentar la cerveza es, en gran medida, una cuestión subjetiva. Los cerveceros belgas, por ejemplo, llevan el tema a unos extremos exagerados, si bien encantadores, pues algunos van tan lejos como para diseñar la cerveza que van a elaborar en torno al vaso en que se va a servir. Pero, cerveceros belgas aparte, aquí hay factores en juego que pueden afectar realmente el aroma y el sabor de nuestra cerveza favorita.

Veamos primero algunos consejos generales. Para obtener el máximo sabor, es mejor lavar los vasos  a mano en agua tibia, y enjuagarlos bien. Algunos lavaplatos dejan un residuo jabonoso, o trazas del líquido abrillantador. También es mejor que los vasos se sequen al aire. Los trapos de cocina y las toallas de papel pueden perder fibras, o trocitos de papel, dentro del vaso.

Los puristas evitar enfriar el vaso, ya que puede cambiar la temperatura del líquido e introducir humedad en el brebaje. Pocos van a notar la diferencia, sin embargo.

Ahora, hablemos de los recipientes...

Cerveza lager en copas.

Tipos de vaso para cerveza

La tradicional jarra de cerveza alemana, seidel o stein, con su dibujo escamado es un elemento básico en los bares de casi todas partes. Técnicamente, un stein es una jarra de piedra, no de vidrio, con una tapa. La palabra ha adquirido un significado más amplio fuera de los círculos de aficionados a la cerveza. Se trata de una jarra robusta, con un asa grande, y que puede contener una gran cantidad de cerveza, y esto rara vez puede ser algo malo.

Popular en todo el mundo, el vaso Pilsner, o pokal, es delgado y esbelto, y puede contener alrededor de 350 ml de líquido. El pokal es un vaso alto. Muy similar es el vaso weizen, que se curva en la parte superior, lugar de ser un cono recto. El weizen recibe su nombre de la Weizenbier, la cerveza de trigo, que se fabrica principalmente en Baviera. Por lo general, puede albergar un poco más de líquido que el pokal, alrededor de medio litro. En ambos, pokal y weizen, la presentación es atractiva, lo que permite admirar el color y la carbonatación de la cerveza. La forma también es adecuada para retener una buena cantidad de espuma mientras que deja que permite que los compuestos volátiles que se evaporen. Esto hace posible una mejor apreciación de los aromas, una delicia no limitada a la cata de vinos.

El recipiente tradicional Inglés es la pinta, o Becker, un vaso alto, redondo, con forma mas o menos cilíndrica y paredes finas. Su capacidad de contener una ración de cerveza apta para hombres está bien, siempre y cuando a uno le guste tomar su cerveza caliente. La boca ancha y las paredes finas facilitan el paso de calor, así que las cervezas que se sirven frías cambian de carácter rápidamente en uno de estos vasos. Además, la boca ancha no retiene la espuma tan bien como otras formas, y los compuestos volátiles se evaporan de la superficie más rápido. Por supuesto, después de dos o tres pintas, es muy probable que uno no pueda darse cuenta.

Hay otros estilos de recipiente que se adapten bien a las cervezas, aunque sean menos conocidos o se usen con menos frecuencia.

El stange es un estilo alemán tradicional, un cilindro recto utilizado para servir cervezas delicadas. Este estilo funciona bien al concentrar los compuestos volátiles, dando lugar a un aroma embriagador. Es más fácil juzgar la complejidad de la malta y el lúpulo complejidad es más fácil mediante el uso de estos elegantes recipientes.

Las copas grandes, al estilo del brandy, se utilizan en ocasiones. Los especialistas pueden detectar la concentración añadida de aromas, gracias a la apertura que se estrecha. Estas copas son perfectas para servir Barley wine y otras cervezas fuertes de tipo ale, la malta y el alcohol se mezclan para añadir un aroma sumamente agradable a un sabor que ya es muy bueno.