Membrillo
El membrillo se asemeja a una pera grande y grumosa con piel amarilla, lisa o ligeramente aterciopelada.
No se suele comer crudo porque es un fruto duro y seco. Cocido, especialmente cocido en almíbar, resulta dulce y aromático. Su color se vuelve entre el marrón claro y el naranja.
Se deben escoger membrillos de buen color, sin imperfecciones ni golpes. Se conserva bien a temperatura ambiente.
El membrillo se pela, se le quita el corazón, como se hace con las peras y manzanas, se corta y se cocina.
Suele aprovecharse el 75% del fruto