El premio al cocinero más limpio no se lo lleva el que frota más, sino el que ensucia menos.
Cuando se cocina, siempre se ha recomenda ir recogiendo a menudo que se ensucia, pero hay muchos trucos para ensuciar menos y tener que pasar menos tiempo limpiando que se pueden usar. Claro que siempre habrá algo que fregar y más vale ir limpiando y recogiendo cuando hay tiempos muertos, por ejemplo, mientras se espera a que algo termine de hacerse y no hay que preparar algún ingrediente.
Organización
Reposa-cucharas - Tener un sitio donde apoyar los utensilios que se usan para revolver las cazuelas mientras se cocina mantendrá las superficies limpias. Hay reposa-cucharas especialmente diseñados, pero basta con mantener un plato pequeño al lado de la cocina para usarlo al efecto.
Tablas para cortar - Si usamos una tabla para picar, cortar, y otras tareas de preparación protegeremos las superficies de la cocina y las mantendremos. Además, una tabla es más fácil de limpiar que una mesa. Por razones de higiene, se recomienda tener una para carne, una para pescado, y otra para las verduras.
Manos limpias - Si se tiene una esponja o una bayeta húmeda a mano y un trapo de cocina colgado de la cintura es fácil limpiarse las manos rápidamente mientras se está cocinando. Todo antes que tocar puertas de armario, grifos, mangos y tiradores con las manos pringosas.
Limpieza relámpago - Si pelamos la fruta, verdura, y las hortalizas encima de un papel de cocina, será muy fácil restaurar el orden y la limpieza una vez hayamos terminado. Basta con envolver las peladuras en el papel y vaciarlo sobre el cubo para reciclar alimentos, o tirarlo directamente a la basura si no se recicla.
Empanar y rebozar - Si ponemos el pan rallado que vamos a usar para empanar sobre papel de aluminio en lugar de un plato, será muy fácil hacer un paquete y guardar el pan que quede, y si se ha acabado todo, basta con tirar el aluminio y no hay plato que fregar. También podemos usar este truco con la harina para rebozar.
Enharinar - Si necesitamos rebozar en harina trozos de carne para un guisado, podemos ponerlos en una bolsa de plástico junto con la harina, la cerramos, y agitamos suavemente. Todas los trozos de carne quedarán perfectamente cuubiertos de una capa de harina uniforme, no tendremos dedos sucios, y habremos usado menos harina. Además, podemos tirar la bolsa la terminar, y no habrá plato que fregar.
El suelo - Es bueno tener papel de cocina, una bayeta, o un trapo limpio debajo del fregadero para limpiar de inmediato la más pequeña gota que caiga en el suealo antes de que alguien la pise. Si usamos trapos de cocina, deberían lavarse todas las semanas aunque parezcan perfectamente limpios.
Mejor cepillar - Si tenemos siempre un cepillo para fregar, y mejor uno con un mango largo, al lado del fregadero no nos dará pereza limpiar rápidamente la sartén que estamos usando y volveral a utilizar, en lugar de apilar sartenes sucias. Además, con el cepillo no hace falta mojarse las manos.
Una concha - Al lado del fregadero, no para que nos recuerde las vacaciones de verano a la orilla del mar, sino para poner un poco de jabón líquido. Será muy fácil mojar el cepillo y fregar rápidamente cualquier cazo o sartén que deseemos volver a utilizar. Es cómodo, barato y decorativo. Y si no tenemos una concha, un recipiente pequeño y bajo bastará.
No dejemos la limpieza para mañana - Una forma de facilitar la limpieza después de una cena o una fiesta es asegurarse de que el lavavajillas esté vacío antes de empezar.
La cocina
Alfombra - Colocar una alfombra pequeña y de fribras muy cortas delante de la cocina protegerá el suelo de salpicaduras. Especialmente recomendable si el suelo de la cocina no es de losa y es difícil de fregar.
Cubrir, cubrir - El viejo truco de cubrir la superficie de la cocina, exceptuando los quemadores, con papel de aluminio no es muy estético pero evita que se manche al cocinar. Funciona en las cocinas de gas o eléctricas. Si se rocia lieeramente la superfice con un poco de jabón líquido de propósito general hará que el aluminio se adhiera mejor y dure más tiempo. También se pueden cubrir los quemadores que no se estén usando cuando estemos cocinando algo que salpique mucho.
Armarios de cocina más limpios - Muchas veces se forran con papel, pero es más fácil poner manteles individuales debajo de los platos o cazuelas. Los manteles individuales son fáciles de cambiar cuando se ensuciasn, incluso se pudeden lavar en la lavadora si son de tela.
El aceite gotea siempre. para evitar que la mesa o el armario queden pringosos, lo mejor es poner la aceitera sobre un platito. También se puede usar un conjunto de vinagrera y aceitera con bandeja.
La campana extractora y el extractor de humos también ayudan a mantener limpias las paredes y el techo de la cocina porque filtran la grasa de los humos y los echan fuera de la cocina. Encenderlos siempre que se esté guisando.
Salpicaduras
Agua y aceite - Cualquier gota de agua que caiga en el aceite caliente hará que salpique. Lo mejor es evitarlo. También salpicará con cualquier otro líquido o vapor que se condense y caiga.
Pantallas - Hay pantallas que se pueden colocar encima de una sartén para evitar salpicaduras mientras dejan que pase el vapor para que la comida se fría, no se cueza. Son muy prácticas a la hora de hacer tomate frito.
Microondas - Es muy fácil que partes de la comida se calenten más rápido que otras y salpiquen. Es mejor tapar los recipientes siempre que se pueda y, afortunadamente, también hay pantallas para microondas.
Una cazuela que se desborda - No en nuestra cocina, si frotamos ligeramente con aceite la parte superior, a unos dos centímetros del borde.
Leche - Si calentamos leche en un cazo, sube y se expande rápidamente cuando está a punto de hervir y es muy fácil que se salga si no estamos atentos. Si necesitamos calentar una gran cantidad de leche, el truco es poner un platito resistente al calor en el fondo. No se saldrá.
Tapar - Cuando las instrucciones pidan que "cubramos la olla y dejemos hervir a fuego lento" no debemos ajustar la tapadera perfectamente, sino dejar un hueco para que escape el vapor. De lo contrario, corremos el riesgo de que el líquido se salga, y, aparte de ensuciar, el olor a líquido quemado puede estropear el sabor de lo que estemos cocinando.
Salpicaduras en el horno - La grasa no chisporroteará tanto, y evitaremos manchar el horno, si se espolvorea con sal el fondo de la fuente cuando se hace un asado sobre rejilla.
Trapos
Papel de cocina - Es ideal para pasar por la encimera o por la cocina e ir limpiando sobre la marcha sin ensuciar muchos trapos. También sirve para proteger los fogones que no se estén usando de salpicaduras de grasa o para empapar el exceso de grasa de las sartenes antes de fregarlas. Si usamos rollos de papel reciclado, no debería ser tan perjudicial para el medio ambiente.
Como un profesional - Un delantal impedirá que nos manchemos al cocinar. Un trapo colgando de la cintura permitirá que nos sequemos las manos rápidamente entre tareas. Si no hay papel de cocina, un trapo húmedo colgando cerca de la cocina mientras estamos trabajando permitirá limpiar cualquier salpicadura en un momento, que nos limpiemos las manos rápidamente antes de abrir un cajón, o un armario, sin tocarlos con manos sucias.
Limpiar
Manos - Las manchas de verduras se irán si nos frotamos las manos con un poco de zumo de limón o vinagre antes de lavarlas con jabón. Algunas manchas muy resistentes que resisten a todo jabón requieren medios drásticos, como frotar ligeramente con piedra pómez.
Manchas de cal - Se quitan con vinagre. Frotar con un poco de vinagre limpiará las manchas blanquecinas que quedan en los cacharros después de lavarlos cuando el agua es dura. La cal del hervidor de agua desaparecerá si hervimos agua con una buena cantidad de vinagre, aunque luego habrá que lavarlo o hervir agua un par de veces para eliminar el olor. Será necesario dejar un par de días los cacharros llenos de agua con una buena cantidad de vinagre si los depósitos son grandes.
Botellas de cuello estrecho - Agua, lejía o jabón, y sal gruesa, agitando energicamente. También se pueden usar unos granos de arroz, seco, en lugar de la sal.
Agua templada y amoniáco - Dejarán los baldosines de la pared, o el suelo de losa, relucientes. Y mucho más barato que comprar un producto especilizado.
Quemadores - El agua con unas gotas de amoniáco devolverá el brillo reluciente a los quemadores, frotar, o dejarlos a remojo si fuera necesario. Si los quemadores tienen un poco de óxido, difícil de quitar, que impide que el gas salga uniformentente, podemos limpiarlos con cola, incluso un tiempo corto de remojo, si el óxido se resiste.
Cazuela sucia y pegajosa - Si en la cazuela se hierve agua con un poco de jabón suave, del de fregar platos, se limpiará casi sola. Para devolver el brillo al acero inoxidable, hervir agua con unas gotas de lejía - gotas, no chorro.
Limpiar el rallador - El queso recién rallado es inigualable, y podemos disfrutarlo sin pasarnos horas limpiando después el rallador. Basta con rociar el aparato, o frotar, con un poco de aceite de cocina sin sabor antes de usarlo.
Fregar inmediatamente - Si vamos fregando los cacharros que usamos y los aclaramos con agua caliente, se secan muy rápido. No hay que confiar en que todo quepa en el friegaplatos después.
Enjuagar inmediatamente - Si enjuagamos ligeramente las cazuelas después de utilizarlas, o las dejamos a remojo cuando no hay tiempo de enjuagarlas en el momento, no necesitaremos restregar durante horas después. Esto no hace que los cacharros se limpien solos, pero será mucho más fácil lavarlos después cuando no tienen restos de comida secos.
Enjuagar y usar - Es mejor enjuagamos inmediatamente las cucharas y cazos que acabamos de usar para volver a utilizarlos que dejarlos en el fregadero y sacar nuevos utensilios.
Cubiertos y bandejas de plata - Se pueden frotar primero primero con sal fina húmeda y después lavarlos con agua jabonosa caliente. Las manchas oscuras que produce el huevo en la plata también se quitan con limón.
Cacharros de cobre - Los cacharros de cobre se limpian bien con limón y pimentón o con agua saturada de sal con un 10% de bicarbonato sódico.
Si cayeran gotas de limón sobre el mármol, se deben limpiar inmediatamente porque el limón se come el brillo.
Sartenes - Si echamos un puñado de sal en una sartén y frotamos con papel de cocina o con un trapo se quita la grasa y es más fácil fregarla.
Azulejos - Se limpian muy bien con agua caliente y amoníaco. También sirve para el suelos de baldosas.