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El éxito de las repeticiones

El éxito al aprovechar restos de una gran comida festiva está detrás del escenario. Se trata de reinventar en lugar de resurgir.

Para tener éxito al aprovechar restos de una gran comida festiva hay que ir detrás del escenario. Se trata de reinventar en lugar de resurgir,

Las sobras de comida vuelven de incógnito

Se pueden preparar sopas o ensaladas sensacionales y crear guisos nuevos. Tanto es así que nadie notará que una repetición de la comida de ayer. Incluso las patatas pueden revelar talentos insospechados.  

Que sobre comida después de un banquete para celebrar un evento importante no siempre es algo malo. No hace falta conformarse con el mismo plato recalentado, ni el mismo bocadillo de carne asada, de siempre. Un poco de tiempo de preparación y un poco de imaginación es todo lo que se necesita para crear platos nuevos a partir de sobras de comida. De hecho, hay quien espera con entusiasmo las actuaciones repetidas.

Sensaciones e forma de sopa

Se puede empezar con las innovaciones haciendo caldo para sopa con la carcasa del pavo, o del pollo. Un buen caldo es la base de platos que no se parecen en nada a un bocadillo. Se puede preparar una simple sopa con este caldo, arroz o fideos, un poco del pavo picado y hierbas. Se puede ir tan lejos como una caldereta de pavo al estilo de Nueva Inglaterra. También se podrían añadir algunas verduras o algunas de las otras sobras. Se puede hacer una maravillosa crema de batata haciendo un puré con los restos de batata asada y este caldo, rematando con un poco de nata líquida o queso cremoso.

Si sobra jamón asado, por ejemplo, se puede hacer una magnífica sopa con alubias blancas, acelgas o col rizada y avena o trigo espelta en grano. Podría convertirse también en  ingrediente para una maravillosa sopa minestrone. Ese jamón también puede ser la base de una sopa de guisantes clásica de la cocina británica. Se puede preparar una sopa muy reconfortante con  un caldo de jamón y un poco de puré de patata sobrante, y se puede servir con jamón picado. Se puede hacer caldo con los huesos de cerdo asado y usar ese caldo para darle sabor a una sopa con arroz.

Las espinacas a la crema pueden convertirse en crema de espinacas, o en una salsa de espinacas para pasta. Zanahorias, cebollas, judías verdes y otras verduras solamente necesitan un poco de caldo para convertirse en purés de verdura, y si además se añade un poco de nata, se pueden preparar cremas y calderetas de verdura sensacionales.  Incluso las coles de Bruselas con castañas o panceta pueden servir como base de una sopa.

Ensaladas sin límites

Cualquier verdura y hortaliza al vapor que se sirviera como guarnición puede convertirse en una ensalada templada con una vinagreta y unas hierbas.

Una simple ensalada de lechuga con trozos pollo, pavo, jamón u otra carne asada y un buen aliño puede ser una delicia. Pero si se han servido crudités (hortalizas crudas con salsa para mojar) y todavía quedan rábanos, palitos de zanahoria, tiras de pimiento, tallos de apio, aceitunas o queso también pueden incorporarse a la ensalada. Algunos de los frutos secos que se pusieron en una fuente para picar después de la comida también irían muy bien en esa ensalada. Se puede aprovechar la salsa para mojar las crudités para hacer el aliño de la ensalada. También se puede batir un poco de salsa de arándano sobrante o una salsa a la naranja con vinagre balsámico y crear un aderezo único.

Por supuesto, las ensaladas pueden ir mucho más allá de la lechuga con restos de carne asada. La carne sobrante se puede cortar en trozos y adobarse en una vinagreta, añadiendo sobras de maíz tierno,  cebolla, zanahorias,  o incluso frutas y nueces y servirlas sobre una cama de hojas variadas o espinacas tiernas.

Creaciones en el horno

Hay muchas recetas que se sirven como plato único que son de por sí una mezcla de ingredientes que se cocinan juntos y se terminan en el horno. Este tipo de platos resultan fáciles de preparar a partir de sobras, así que ¿por qué no hacer un festivo plato al horno con los ingredientes sobrantes?

El puré de patata puede ir al horno sobre el relleno de salchicha y la carne asada, o el pollo,  para hacer una versión súper simple de un budín. Se puede poner queso o pan rallado y trocitos de mantequilla por encima. Del mismo modo, se pueden cubrir los restos de hortalizas con los restos de puré de patata y meterlos en el horno para reaparecer como verduras a la parmentier.

Muchas de las verduras y hortalizas sobrantes de una bandeja de crudités pueden asarse o incorporarse a un guisado. O se pueden asar y ponerlas en una fuente, cubrirlas con lonchas de pollo asado y cubrirlas con restos de la salsa, o con una bechamel, y meterlas en el horno.

Judías verdes, zanahorias, cebollas mezcladas con rodajas finas de patata y una bechamel, o abundante nata líquida, pueden ir al horno para convertirse en patatas con verduras a la crema. Y no hay ley que diga que no puede añadirse jamón o pollo asado a este plato. Los sabores y texturas quedan muy bien todos juntos. Muchas de las sobras pueden ir al horno en capas con una salsa, o pueden ser la salsa. Y no hay que olvidarse de los aperitivos que se sirvieron. El queso, las aceitunas y los frutos secos pueden incorporarse a muchos platos horneados.

Los huevos al plato con salchichas y puré de patata se pueden hacer con relleno de salchicha y restos de puré de patatas ¿Por qué no?

Algunos trozos de pan reciben un aplauso

Una sustitución a probar es usar puré de patatas en lugar de harina para hacer tortitas o panes planos en sartén. La masa será más húmeda pero también será más sabrosa. Una taza de puré de patatas (325 g de puré de patata) equivale aproximadamente a dos tazas de harina (250 g de harina)

Los restos de batata asada o cocida pueden usarse en panes y bizcochos que normalmente requieren otro ingrediente húmedo, como el calabacín, la zanahoria o la manzana. También se pueden añadir las verduras sobrantes a cualquier receta de pan rápido, añadiéndole color y textura, e incrementando su valor nutricional. Y lo mismo puede decirse de las sobras de los aperitivos, muchos tipos de pan quedan muy bien con queso y nueces.

Las salsas consiguen una segunda audición

La salsa del asado y la salsa de arándano son dos ingredientes versátiles que pueden pasarse por alto cuando uno se encuentra abrumado con la carne, las patatas y las otras guarniciones. Y es muy normal que después de una cena de fiesta quede alguna salsa. Por supuesto, esa salsa puede usarse para cubrir la carne y las verduras cuando se van a convertir en un plato al horno. Pero esas salsas también pueden darle vida a un bocadillo, como uno de cerdo asado y pimientos fritos.  La salsa para asados es básicamente un caldo espesado con harina y puede incorporarse a sopas y guisados como se hace con las salsas de cocina. Su queda mucha, se puede congelar en una bandeja de hielo y usar los cubitos como si fueran cubitos de caldo concentrado.

Si se ha hecho la típica salsa de arándanos, las  sobras son una opción natural para hacer ciertos tipos de bizcocho y panes rápidos. La salsa de arándanos y naranja  se convierte en un aliño para ensaladas dulce y picante cuando se bate con un poco de vinagre y aceite de oliva. También puede usarse para hornear galletas o se puede combinar con un queso suave para obtener un excelente aperitivo o postre. La salsa de arándano es también un excelente glaseado para la carne de cerdo a la parrilla.

No hay por qué conformarse con comer la misma comida una y otra vez hasta que todas las sobras hayan desaparecido. Se puede tomar como una oportunidad para ser creativo y único, usando todos los restos de comida como ingredientes sobrantes para hacer algo nuevo que los comensales aprecien ¡y que no reconocerán!

El puré de patatas muestran sus talentos ocultos

El puré de patata sobrante suele ser lo último que uno desea comer durante días y días después de una gran fiesta con comilona incluida. A menudo vemos que todo lo demás se acaba, y todavía queda un cuenco de puré de patatas abandonado en el refrigerador. No es tan difícil encontrar formas creativas de usar el puré de patatas en las demás representaciones.

Panes

Las papas son un excelente sustituto de la harina en muchas situaciones. Si alguna vez falta harina pero hay puré de patata en abundancia, se puede salvar la situación y decir que se tiene suerte.

1 taza de puré de patatas (325 g de puré de patata) equivale aproximadamente a dos tazas de harina (250 g de harina)

Por eso existe el pan de patata, que es un poco más pesado que el pan de harina de trigo, pero también tiene un sabor inimitable. Otra opción es usar una mezcla de patata y harina para producir un pan más pesado y con más almidón.

Tortitas

Siempre parece nunca salen tantas tortitas como dice la receta cuando se usa la masa semilíquida  típica. El puré de patata puede ayudar a que la masa produzca un mayor rendimiento cuando se mezclan ambas, sobre todo cuando se sirven las tortitas como guarnición de un plato salado. También puede usarse puré de patata como única base, mezclándolo con huevo batido. Se requiere doble volumen masa de puré de patata  que de masa ordinaria. Se pueden incluir otros ingredientes como cebolla y hierbas para servir estas tortitas con cerdo, pollo o filetes o carne asada.

Bizcochos, pasteles y galletas

Al igual que con el pan o las tortitas, también pueden hacerse bizcochos, pasteles y las galletas también sustituyendo harina por puré de patata. Serán un poco más pesados y untuosos en el paladar, pero es sorprenderá de lo buena que resulta la receta. Una mezcla de puré de patata y manzana da como resultado un bizcocho húmedo y denso, que se puede servir en trozos acompañado de un almíbar espeso. El puré de patata hace que las galletas y bizcochitos que se hacen dejando caer cucharadas de masa sobre la sartén o la placa mantengan la forma mejor.

En el horno

En muchas de las recetas que usan una salsa blanca espesa o latas de sopa concentrada, estas se pueden sustituir por puré de patata. En este tipo de platos, una vez que se reúnen los ingredientes principales, todo lo que se necesitas es un agente aglutinante que los una y les dé una textura cremosa. El puré de papas puede cumplir con esa misión. El almidón de patata se usa a menudo para espesar salsas y guisos, por lo que se puede usar esta misma técnica en el horno. El puré de patata se puede diluir con un poco de caldo de pollo o pavo, mezclarlo con la batidora hasta que quede suave, sazonarlo al gusto, y añadirlo a la fuente del horno. El puré de patata puede resultar incluso más nutritivo porque tiene almidón pero también tiene algo de fibra.

Sopas

Sí, por supuesto, se pueden hacer una gran variedad de sopas con restos de puré de patatas. Pero también se puede usar simplemente para espesar otra sopa. Por ejemplo, una sopa de brócoli y queso azul que parece demasiado líquida tendrá la consistencia necesaria si se mezcla con un poco de puré de patata aligerado con leche o caldo. Se obtiene una sopa suave y cremosa sin agregar harina. Y este truco se puede usar para espesar cualquier tipo de sopa. Además, al mezclar la patata machacada con queso crema, nata líquida, nata agria, o sólo con un poco de leche, las propiedades nutritivas de la sopa mejoran. Este truco se puede usar también para espesar la salsa de cualquier guisado o estofado.

Tener un cuenco de puré de patatas en la nevera puede ser algo bueno, después de todo. Las sobras de puré de patata pueden ponerse a trabajar detrás del escenario.

Comida de fiesta con pavo asado.

Como crear platos mágicos con restos de comida

Las sobras no tienen por qué  convertirse en una repetición recalentada de la comida anterior. Se pueden llevar esas sobras en una dirección completamente nueva cambiando ligeramente el punto de vista al pensar en ellas. Convertir las sobras de una comida en un plato principal nuevo e interesante es un desafío, pero es manejable. Es posible servir una comida repetida que cause tanta emoción como la primera vez.

Movimientos picantes

Tratar de convertir las sobras en otro plato principal puede parecer abrumador. Pero, al igual que ocurre al cocinar el plato la primera vez, a menudo el resultado final depende de las especias y los condimentos. Al repasar las especias, aceites y vinagres  que se tienen en la despensa, probablemente se verán una docena o más formas de animar las cosas nuevamente. Ese ejercicio incluye abrir el refrigerador y observar las diferentes mostazas, salsas, salsas picantes y otros ingredientes que pueden darle vida a esas sobras.

Las judías verdes que quedaron pueden convertirse en las protagonistas de una escena totalmente nueva y de inspiración oriental. Se pueden calentar con teriyaki, o salsa de soja, y, quizás, un poco de aceite de sésamo, mezcladas con brotes de soja y castañas de agua como relleno de un rollito o empanadilla asiática, o servidas sobre arroz hervido. En lugar de usar los restos de pavo asado en un guisado, como siempre, se pueden adobar al estilo criollo con un poco de comino, pimienta de cayena, tomillo, salsa picante, pimentón ahumado, un poco de aceite y vinagre, y se obtiene  una imitación de la salchicha que se usa para hacer gumbo o jambalaya. Basta recordar los condimentos que apreciamos en otras comidas para llevar a las sobra sobras de viaje a ese lado del paladar.

Caras nuevas

A menudo no se aprecian las sobras como plato principal repetido simplemente porque ha perdido el efecto sorpresa y no tienen la frescura que tenían el día anterior. Una de las razones es que los alimentos refrigerados pueden perder color, aroma o textura. Si se desea tener éxito al utilizar sobras como plato principal, es necesario recrear el atractivo.

Si el puré de patata aparece en el menú dos días seguidos, la segunda vez requiere planificación. La primera vez, es posible que se desee hacer un reconfortante puré de patata clásico, con patatas cocidas y machacadas, condimentadas con mantequilla, sal y pimienta. Este puré de patata resulta muy apetecible para la presentación, pero aburrido en la repetición. El segundo día, se puede poner el puré de patata en un cuenco y añadir queso cremoso, a temperatura  ambiente, una pizca de nata agria, más mantequilla o incluso un queso fuerte rallado, o hierbas aromáticas, como cebollino picado, y después se bate con una batidora eléctrica hasta que quede esponjoso. Mezclar hierbas frescas con sobras que han perdido su frescura durante una noche en el refrigerador es frecuentemente todo lo que se necesita para recuperar la emoción de los platos favoritos.

Cambio de vestuario

Se cree que casi el 80% del placer que produce un plato de comida proviene de otros sentidos distintos al del gusto. El aroma y el aspecto son igualmente importantes. Cuando se toma el tiempo para conseguir que un plato tenga una presentación atractiva y huela divino, generalmente también sabe mejor. Esto es especialmente importante a la hora de usar las sobras, ya que el paladar ya ha experimentado su sabor y podría aburrirse si se repite.

Cuando se va a servir de nuevo ese pollo asado sobrante, ¿desprende algún aroma apetitoso que nos haga sentir ansiosos de poder disfrutarlo? Los aromas de la  salvia, la cebolla y el ajo de la comida del primer día probablemente se han desvanecido en el refrigerador. Añadir una mezcla de estos condimentos hará que ese pavo sepa mejor, o se puede probar una mezcla de aromas totalmente diferente. ¿Parece apetitosa una loncha fría de pavo desolada en medio de un plato? Probablemente no. Ese mismo pavo podría parecer delicioso en tiras finas como parte de una ensalada con queso, nueces, apio  y hojas variadas de lechuga. De hecho, el pavo puede tener exactamente el mismo sabor que la primera vez que se sirvió, pero el cambio de apariencia hace que sepa mejor. La variedad de colores, texturas, alturas y aromas pueden hacer que las sobras sepan mejor la segunda vez. Ciertamente, lo hacen.

Hay muchas formas de convertir unos restos de comida en un gran plato la segunda, tercera o incluso cuarta vez. Se necesita imaginación con los condimentos, una presentación creativa, con ojo para el estilo, y una nariz para apreciar todos los fabulosos aromas que puede ofrecer la cocina. ¿Parece difícil? Realmente no lo es, basta con experimentar con lo que ya se conoce y añadir algo nuevo de vez en cuando para descubrir ese talento creativo que todos tenemos.


Sopas

Ensaladas

Budín de espinacas con puerros

Puré de patata al horno

Huevos al plato con salchicha y puré de patata

Patatas a la crema

Brócoli gratinado

Patatas y cebollas gratinadas al queso

Puerros gratinados con panceta ahumada

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