Zinc
El zinc se clasifica como un oligoelemento, pero aun así, se considera un mineral esencial.
De hecho, casi todas las células en el interior del cuerpo contienen zinc. La actividad de cerca de un centenar de enzimas diferentes se estimula debido a la presencia de zinc. Las enzimas son las sustancias que catalizan las diversas reacciones químicas que tienen lugar en el interior de los organismos vivos. El zinc contribuye a la salud del sistema inmunológico y a que sea capaz de luchar contra la enfermedad. Esto se debe a que interviene en la producción de linfocitos T también y ayuda a que se activen. Los linfocitos T son uno de los tipos de glóbulos blancos que utiliza el cuerpo para ayudar a combatir las infecciones.
El zinc toma muchos otros roles, todos importantes. Está implicado en el complejo proceso de la curación de las heridas. Sin zinc, los sentidos del olfato y del gusto se verían disminuidos. El zinc también está implicado en la síntesis de ADN. Y una de las mayores responsabilidades del zinc está en el control del desarrollo, pues ayuda a asegurar que las diversas etapas de crecimiento de una persona sigan las pautas normales, comenzando con el embarazo y continuando a través de la infancia y la adolescencia. El zinc también es necesaria para asegurar que el sistema reproductivo se desarrolla normalmente.
El zinc ayuda a transportar la vitamina A desde el hígado, y también actúa como un agente antioxidante, protegiendo las células del daño potencial que pudieran causar los radicales libres.
Cantidades recomendadas y dónde se encuentra
Muchos alimentos diferentes contienen zinc en cierta cantidad. En función de la cantidad que se encuentra en cada ración, las ostras son el alimento que contiene la mayor cantidad de zinc. Pero ostras no son parte de la dieta común. Y no importa mucho porque la carne roja y las aves de corral son buenas alternativas como fuente de zinc, y son opciones populares. Los cereales integrales, las nueces y particularmente las nueces de Brasil, judías y legumbres, algunos mariscos, productos lácteos y los alimentos enriquecidos son también alimentos que contienen zinc.
Se debe tener cuidado, sin embargo, no ingerir zinc en exceso de forma regular. Esto es fácil que ocurra si una persona toma una gran cantidad de alimentos fortificados o ricos en zinc y además toma un suplemento de zinc, o un suplemento multivitamínico que contiene zinc. Si esto ocurre, disminuye drásticamente la capacidad del organismo para absorber adecuadamente el cobre, que es también necesario para que el sistema inmunológico funcione correctamente. El exceso de zinc también puede afectar la formación de células sanguíneas.
Dado que el zinc es vital durante todas las etapas de crecimiento, los niños de hasta 3 años de edad necesitan recibir 3 mg diarios. Los niños en edad escolar necesitan más cantidad y deben aumentar la ingesta a 5 mg por día. Y los adolescentes necesitan aún más, al menos 8 mg de zinc por día. Los hombres adultos y las mujeres embarazadas requieren 11 mg díarios, mientras que las mujeres adultas que no están embarazadas o amamantando necesitan sólo 9 mg por día. Finalmente las mujeres que están alimentando a un lactante deben incrementar la ingesta de zinc a 12 mg diarios.
Los síntomas de una deficiencia de zinc
Algunas personas no pueden absorber correctamente zinc y esta situación podría dar lugar a una deficiencia de este mineral en su organismo. Las deficiencias también se producen cuando no se aumenta la ingesta de zinc a medida que se avanza a través de las diferentes etapas de crecimiento. El síntoma más notable de una deficiencia de zinc es un crecimiento retardado. La función sexual y la capacidad de procreación también pueden retrasarse. Otros síntomas incluyen diarrea, pérdida de cabello, heridas que se curan muy lentamente, impotencia, letargo y problemas con el sentido del gusto; la pérdida del apetito, disminución de la capacidad inmune y lesiones que aparecen en la piel y los ojos sin razón aparente son otros posibles síntomas de una deficiencia de zinc.