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Cocina de los Países Bajos

Apreciar el sabor de los Países Bajos a través de un viaje a lo largo de su cultura gastronómica y su cocina.

Los Países Bajos pueden ser una nación pequeña, pero su cultura culinaria es vasta y variada, una mezcla de tradiciones rústicas y sofisticación moderna. Marcada por su ubicación geográfica, el carácter comercial del país y su pasado colonial, la comida neerlandesa es una sorprendente fusión de sabores locales e internacionales. Desde los quioscos de pescado crudo en las concurridas calles de Ámsterdam hasta los apacibles cafés de queso en Gouda, la gastronomía holandesa es un espejo de la historia y el carácter del país. Vamos a hacer un viaje culinario a través de los Países Bajos, explorando la cultura, la historia y, por supuesto, los deliciosos sabores de la cocina holandesa.

Breve historia de la cocina holandesa

Vamos a sacar del archivo la historia que ha moldeado la cocina holandesa, apreciando las influencias de su pasado colonial, sus rutas comerciales, así como las comunidades agrícolas y pesqueras. La gastronomía de los Países Bajos es un espejo de su historia, reflejando la confluencia de culturas y sabores.

El pasado colonial de los Países Bajos, en particular, ha dejado huellas profundas en su cocina. Durante los siglos XVI y XVII, conocidos como la Edad de Oro Holandesa, los Países Bajos se establecieron como una potencia naval y comercial. La Compañía Holandesa de las Indias Orientales, una de las primeras corporaciones multinacionales, jugó un papel crucial en este período. Esta compañía estableció rutas comerciales con el Lejano Oriente, llevando especias y alimentos exóticos a Europa.

El impacto de esta influencia puede sentirse en la cocina holandesa, que utiliza una variedad de especias como nuez moscada, clavo y canela, a menudo incorporadas en platos que son emblemáticos de la cocina tradicional holandesa.

Además, la ubicación de los Países Bajos, con su acceso al Mar del Norte, ha dado lugar a una próspera industria pesquera. Esto ha influido profundamente en su gastronomía, que incluye una variedad de platos de pescado, como el arenque crudo, un plato clásico en los Países Bajos.

Finalmente, las ricas tierras agrícolas de los Países Bajos han favorecido una cultura culinaria que valora los productos frescos y locales. Los Países Bajos son uno de los mayores exportadores de alimentos del mundo, gracias a su industria agrícola altamente desarrollada.

Por lo tanto, la cocina holandesa es un compendio de su historia - un legado de su pasado colonial, su conexión con el mar y su relación con la tierra. Estas diversas influencias se han unido para formar una cocina que es sencilla, nutritiva y satisfactoria, y que sigue evolucionando hoy en día.

Costumbres culinarias en los Países Bajos

Los Países Bajos son famosos por su enfoque de la vida estructurado y disciplinado, y este orden se refleja en sus hábitos alimenticios. Un día típico en una casa holandesa incluye desayuno (ontbijt), almuerzo (lunch) y cena (avondeten).

El ontbijt, o desayuno, es una comida sencilla pero sustancial que generalmente consiste en pan fresco, queso, jamón, mermelada y a menudo muesli o cereales con leche. No es raro ver a los holandeses disfrutando de hagelslag (lluvia de chocolate), que son chispas de chocolate espolvoreadas sobre pan con mantequilla, una delicia que los niños y adultos por igual disfrutan por igual.

El almuerzo, similar al desayuno, a menudo consiste en bocadillos con varios rellenos y una taza de leche. En los Países Bajos, la leche es una bebida muy popular y se consume a lo largo del día. El almuerzo también puede incluir una ensalada o una sopa, especialmente durante los meses más fríos.

La cena es la comida principal del día y tradicionalmente se sirve temprano, alrededor de las 6 de la tarde. Esta comida normalmente incluirá carne, pescado o aves, acompañado de verduras y patatas. Platos como stamppot, una mezcla de patatas y verduras hervidas, o hutspot, una versión con zanahorias y cebollas, son ejemplos clásicos de comidas holandesas que se sirven a la hora de la cena.

Los holandeses valoran los ingredientes frescos y saludables, y la comida casera es una parte integral de su cultura alimentaria. Los alimentos procesados o preparados son menos comunes que en otros países occidentales.

Por último, pero no menos importante, la comida en los Países Bajos también se trata de comunidad y vida social. Las comidas a menudo se disfrutan en familia y los amigos se reúnen alrededor de la mesa, ya sea para una comida casera, una barbacoa en el jardín o una cena festiva.

Los hábitos alimenticios en los Países Bajos reflejan su preferencia por la simplicidad, la frescura y la comunidad. Esta estructura y equilibrio en su dieta diaria son un reflejo de su cultura y estilo de vida.

La etiqueta en la mesa holandesa

La cultura culinaria holandesa, reflejo de su espíritu abierto y pragmático, tiene sus  propias normas de etiqueta. En general, las comidas suelen ser reuniones casuales, en las que se disfruta de buena comida y buena compañía. 

Puntualidad

Los holandeses valoran mucho la puntualidad, así que si se recibe una invitación a cenar, es importante llegar a tiempo. Si se prevé que se va a llegar tarde por algún motivo, es norma de buena educación avisar con antelación.

Normas de mesa

En la mesa, se espera que las manos se mantengan a la vista, pero los codos deben mantenerse fuera de la mesa. Aunque las comidas suelen ser informales, los holandeses utilizan cubiertos para comer casi todos los alimentos, incluyendo la fruta y los bocadillos.

Ayudar a preparar y recoger  

En las cenas informales en casa, es común ofrecer ayuda con la preparación de la mesa o para recogr y limpiar después de la comida.

Un brindis 

El invitado de honor en una cena podría ser el primero en levantar la copa para hacer un brindis. Al hacer un brindis, es de buena educación hacer contacto visual con las demás personas en la mesa, ya que esto es parte de la etiqueta en los Países Bajos para estas ocasiones.

Comida casual 

A pesar de que la etiqueta es importante, las comidas son generalmente eventos relajados en los Países Bajos. No hay una expectativa de vestimenta formal, y el ambiente es a menudo acogedor y amigable.

Conicer estas normas básicas de etiqueta hará que disfrutar de la experiencia culinaria holandesa sea una experiencia respetuosa y agradable. Después de todo, los holandeses valoran mucho la gezelligheid, una palabra sin traducción directa pero que se refiere a un ambiente cálido, amigable y agradable. Así que lo pertinente en este caso es relajarse, disfrutar de la comida y dejarse envolver por la hospitalidad holandesa.

Platos emblemáticos de los Países Bajos

Para conocer bien la diversidad y autenticidad de la cocina holandesa hay que explorar algunos de sus platos más icónicos.

El stamppot es un plato reconfortante de puré de patatas mezclado con verduras, servido con salchicha ahumada. Este plato clásico es un tributo a la abundancia de las granjas locales y a la predilección holandesa por las comidas abundantes y nutritivas.

El arenque crudo, típicamente servido con ceboola y pepinillos encurtidos, es un clásico de la comida callejera. Se consume fresco, a menudo limpiado en el momento por hábiles vendedores, y se degusta en un solo bocado. Este plato es un testimonio de la relación de los Países Bajos con el mar y su rica tradición pesquera.

Bitterballen son albóndigas fritas que se sirven tradicionalmente con mostaza para mojar. Este aperitivo es un favorito en los bares y es un acompañamiento habitual al beber una cerveza fría. Los bitterballen, crujientes por fuera y suaves por dentro, son un bocado indispensable en cualquier visita a un "café" holandés.

Las tortitas o panqueques (pannenkoeken) al estilo holandés son más grandes y finas que las tortitas americanas, pero más gruesas que las crêpes francesas. Se pueden comer acompañadas con una variedad de ingredientes dulces o salados. Los pannenkoeken son un plato versátil que se disfruta a cualquier hora del día, desde el desayuno hasta la cena.

Los Países Bajos tienen una famosa tradición quesera que ha dado lugar a quesos que se han convertido favoritos mundiales como el Gouda y el Edam. Los quesos holandeses son conocidos por su calidad excepcional, su textura suave o semidura y su sabor suave y cremoso. Un viaje a través de la cultura del queso de los Países Bajos ofrece un vistazo a su rica herencia agrícola y su pasión por los productos artesanales.

Cada uno de estos platos proporciona una vista de la cocina holandesa, una cocina que combina lo tradicional con lo innovador, lo local con lo global, y siempre con una sinceridad y autenticidad que es innegablemente holandesa.

El gusto por lo dulce y la respostería

El lado dulce de la cocina holandesa es un mundo de deleite y encanto, ofreciendo una variedad de sabores que satisfacen el paladar y confortan el alma. Desde pasteles hasta panecillos esponjosos y tradiciones únicas, los postres holandeses aportan un toque de dulzura a la vida cotidiana en los Países Bajos.

Estas 'galletas de jarabe' son uno de los postres más famosos de los Países Bajos. Dos finas capas de gofre se unen con un relleno dulce y pegajoso de jarabe de caramelo. Tradicionalmente, un stroopwafel se coloca encima de una taza de café o té, permitiendo que el vapor suavice el caramelo y haga que este postre sea aún más irresistible.

Pequeños, esponjosos y dulces, los poffertjes son una delicia holandesa que no puedes perderte. Estas mini tortitas se preparan con levadura y harina de trigo sarraceno, se cocinan en un molde especial y se sirven tradicionalmente con azúcar en polvo y mantequilla. Su textura ligera y aireada las hace perfectas para un postre o un snack de media tarde.

A menudo se describe como los donuts holandeses, los oliebollen son una tradición de Año Nuevo en los Países Bajos. Estas bolas de masa frita contienen pasas o trozos de manzana y se espolvorean generosamente con azúcar en polvo. Aunque son típicas de la temporada festiva, también se pueden encontrar en ferias y mercados durante todo el año.

En los Países Bajos, las virutas de chocolate (conocidas como hagelslag) no son solo para los postres. Es una tradición popular poner hagelslag sobre una rebanada de pan untada con mantequilla para el desayuno o el almuerzo. Esta costumbre única y deliciosa es otra prueba de cómo los holandeses incorporan la dulzura en su día a día.

La cultura de los postres en los Países Bajos es tan rica y diversa como su historia y su gente. Cada uno de estos dulces refleja una parte de la identidad holandesa y aporta un toque de gezelligheid - confort y convivialidad - a la vida diaria. Después de todo, ¿qué puede ser más acogedor que un stroopwafel caliente sobre tu taza de café o una rebanada de pan con hagelslag para empezar el día?

Un país a menudo reconocido por su herencia artística, sus bicicletas, sus campos de tulipanes, molinos de viento y canales. Todo esto prepara el escenario para explorar un aspecto menos conocido, la rica y diversa cultura gastronómica de los Países Bajos.

Bebidas holandesas

La cultura culinaria de los Países Bajos no se limita a la comida; también se extiende a una variedad de bebidas que son parte integral de su identidad.

La cerveza tiene un lugar destacado en la sociedad holandesa. Con una rica historia cervecera y marcas reconocidas mundialmente como Heineken, Amstel, y Grolsch, los Países Bajos son uno de los mayores exportadores de cerveza en el mundo. Las cervecerías holandesas van desde las grandes empresas multinacionales hasta pequeñas cervecerías locales que producen cervezas artesanales de todos los estilos y sabores imaginables.

Conocido como el "abuelo de la ginebra", el jenever es una bebida alcohólica tradicional holandesa que se destila a partir de cebada fermentada y se aromatiza con enebro. Hay dos estilos principales: el jonge (joven) que es ligero y suave, y el oude (viejo) que es más fuerte y tiene un sabor más rico. Servido en un vaso en forma de tulipán, el jenever se disfruta a menudo en un 'proost', un brindis holandés.

No se puede subestimar la importancia del café en la vida diaria holandesa. Los Países Bajos tienen una de las tasas de consumo de café más altas per cápita en el mundo. Las cafeterías, o "koffiehuizen", son un elemento común en la escena urbana, ofreciendo un lugar para socializar, trabajar o simplemente disfrutar de un momento tranquilo con una taza de café. Ya sea fuerte y negro, o suavizado con leche en un "koffie verkeerd", la cultura del café en los Países Bajos es tan diversa como los ciudadanos que la disfrutan.

Ya sea que se esté brindando con un vaso de cerveza en un acogedor bruin café, saboreando un jenever en una destilería histórica o disfrutando de una taza de café en una moderna cafetería, las bebidas holandesas ofrecen una visión única de la cultura y las tradiciones de este país fascinante. Al explorar estas bebidas, nos adentramos aún más en el corazón de la cultura culinaria holandesa.

Festivales gastronómicos y mercados

Los Países Bajos son un país de festivales vibrantes y mercados llenos de vida, ambos desempeñando un papel fundamental en la celebración y perpetuación de la cultura culinaria holandesa.

El Albert Cuyp Market en Ámsterdam, uno de los mercados al aire libre más grandes de Europa, es un festín para los sentidos. Aquí, puedes pasear por los puestos repletos de quesos holandeses frescos, pescado del Mar del Norte, frutas y verduras locales, así como delicias horneadas y una variedad de platos de comida callejera holandesa. El mercado es un mosaico vibrante de la vida culinaria holandesa, un lugar donde puedes probar, oler y sentir los sabores de los Países Bajos.

La temporada del arenque, o Hollandse Nieuwe, es una celebración anual que se anticipa con entusiasmo en todo el país. El evento marca el comienzo de la temporada de pesca del arenque, y la llegada del arenque nuevo se celebra con mucha fanfarria. Los festivales de Hollandse Nieuwe se llevan a cabo en varios lugares, incluyendo Scheveningen, una ciudad costera conocida por su puerto pesquero. Durante estas celebraciones, el arenque se come tradicionalmente crudo, acompañado de cebolla picada y pepinillos. La importancia de este pequeño pescado en la cultura culinaria holandesa se refleja en estas festividades alegres y llenas de sabor.

Estos mercados y festivales son más que simplemente lugares para comprar y comer; son espacios vitales donde se celebra la rica tapeztría culinaria de los Países Bajos. Son un reflejo de la historia del país, su amor por la comida de calidad y su espíritu comunitario. Ya sea que estés explorando un mercado bullicioso o celebrando la temporada del arenque con los locales, cada experiencia te ofrece una deliciosa visión de la cultura culinaria holandesa.


Y con eso, concluimos nuestro recorrido a través de la cocina holandesa, un viaje de platos abundantes, dulces indulgentes, bebidas extraordinarias, mercados bulliciosos y gezelligheid cálido. Eet smakelijk! (¡Qué aproveche!)


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