Manzanas

Lo más saludable es comer manzanas enteras frescas y si se comen con piel aportan más fibra y antioxidantes. Deben estar lavadas para eliminar todos los pesticidas y la suciedad que pueda tener la piel. Los insectos pueden dejar marcas poco visibles, la suciedad del aire y los gases que salen de los tubos de escape de los automóviles pueden depositarse en la piel de las manzanas y no se ven. Si hay dudas, más vale pelar la manzana.

Las manzanas asadas con piel conservan una buena pare de sus nutrientes, a excepción de la vitamina C, la cual se destruye con el calor.

Cuando las manzanas se escalfan en agua o se cuecen en compota, la pérdida de nutrientes es mayor porque algunos pasan al agua de cocción, pero son lo suficientemente nutritivas como para que valgan la pena. Todos estos métodos eliminan las bacterias y dan como resultado una fruta blanda y muy digestible. Las manzanas asadas, escalfadas y la compota de manzana pueden ser perfectas para niños pequeños, ancianos o personas que se recuperan después de una enfermedad, A una manzana asada siempre se le puede quitar la piel una vez cocinada para que sea aún más fácil digerirla. Dicho esto, no hace falta estar enfermo para disfrutar con las manzanas asadas o escalfadas. Son un postre delicioso servidas con salsa dulce, miel y nueces o yogur. Las manzanas se pueden asar con miel, frutos secos, fruta seca y otros ingredientes saludables.

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