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Máquinas para hacer pasta en casa

Hay una fascinante variedad de máquinas para hacer pasta en el mercado. Claro que todas realizan la misma tarea básica. Pero también ocurre que todos los coches realizan la misma tarea básica y, sin embargo, algunos se adaptan mejor a tu forma de conducir, algunos te llevan de un sitio a otro confortablemente, en estilo, mientras que otros simplemente te llevan.

Una vez que la masa está lista, todavía necesita forma, tiene que ser estirada y cortada antes de convertirse en pasta. Teniendo en cuenta la enorme variedad de formas y tamaños de pasta que hay, la tarea es bastante más exigente de lo que parece.

Supongamos que nos metemos en el negocio de la pasta casera. Un día queremos cortar láminas lasaña para, bueno, lasaña. Otro día serán cintas o espaguetis. Y son formas más o menos fáciles. Pero ¿qué pasa cuando queremos algo especial? Seguro que llegael día que queremos ditalini o farfalle, macarrones, o mostaccioli. Una buena máquina de pasta podrá hacerlos todos.

Puesto no se trata de algo que se compra cada año, y normalmente desearemos poder utilizar la máquina para preparar cualquier plato que podamos pensar, ahora o en el futuro, conviene buscar una que sea lo suficientemente flexible. La mayoría será capaz de hacer un par de formas básicas, espaguetis o fideos por extrusión, y cintas extendiendo y cortando. Pero las hay también que pueden hacer formas cuando se colocan otros accesorios, siendo capaces de crear pequeños bigotes, mariposas, o dedales también.

Para lograrlo, será necesario que la máquina tenga los rodillos y cuchillas estándar para hacer tiras aplanadas y cortarlas en cintas o rectángulos. Pero también tendrá que poder acomodar moldes, matrices o troqueles especiales, y cortadoras circulares para poder rizar, dar forma, hacer tubos por extrusión y más.

Que sea de acero inoxidable es muy importante, pues no sólo durará mucho tiempo sino que conservará la apariencia también. Pero es igualmente importante que sea fácil de desmontar y volver a montar para facilitar la limpieza. Las bacterias que flotan en el aire se adhieren fácilmente a los restos que se quedan pegados en las superficies metálicas y es necesario mantenerlas bien limpias para evitar problemas de salud. Una buena práctica es mirar el mecanismo del abrelatas eléctrico, si se tiene uno, y comprobar que uno puede desarmarlo y volverlo a montar sin arriesgarse a perder un dedo.

Los precios varían y, en el caso de una máquina de pasta, se obtiene lo que se paga. Las unidades más caras suelen tener motores eléctricos, pueden hacer más tipos de pasta, y suelen ser más fáciles de usar. Pero, aunque sea una máquina manual con un sólo rodillo grande, siempre será un gran paso adelante si se ha estado estirando y cortando la masa a mano.

En general, cuantos más tipos de pasta pueda preparar l máquina, mejor. Al principio es suficiente con sólo espaguetis o tallarines. Sin embargo, la pasta fresca es deliciosa, y enseguida se quiere pasar a los raviolis y demás formas.

Los mejores modelos, que a menudo no cuestan mucho más dinero, incorporan cuencos, varillas, amasadoras, y otros accesorios que les permiten hacer la masa también. Toda la operación puede realizarse en una sola unidad ¡No está mal!

No es obligatorio comprar una máquina fabricada en Italia, pero muchas de las mejores se hacen allí. Han incorporado a los diseños sus muchas generaciones de experiencia.


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