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El vino en Australia

La industria del vino en Australia ha llegado a dominar la tecnología completamente.

Los primeros esfuerzos para producir vino en gran escala en Australia se remontan a mediados del siglo XIX, pero la industria languideció hasta las dos últimas décadas del siglo XX. Desde entonces, el país ha crecido hasta convertirse en un productor mundial con una variedad de vinos blancos y tintos de gran prestigio.

Desde que la primera vid fue plantada en suelo australiano, por gobernador Sir Arthur Phillip alrededor de 1788, Australia ha recorrido un largo camino. Australia se ha convertido en un productor modelo en el Nuevo Mundo del Vino. Australia no tiene en cuenta las tradiciones y reglas sofocantes del Viejo Mundo y produce vinos afrutados muy fiables. Su proceso de elaboración de vino se puede describir como innovador, orientado al consumidor, y sus resultados pueden competir con los mejores a nivel internacional.

La viña no existía en Australia antes de la llegada de los europeos, así pues las uvas y los vinos europeos fueron el punto de partida; pero los vinos australianos tienen su propio estilo. Hoy en día, Australia produce vinos maduros y frutales, de gran calidad, tanto para beber a diario a precios muy asequibles como algunos de los mejores vinos en categorías especiales.

La industria del vino en Australia ha llegado a dominar la tecnología completamente. Los vinos pueden proceder de un solo viñedo, o pueden ser el resultado de mezclas afinadas para conseguir el grado deseado de sabor y madurez –en Australia, siempre se busca ese toque. Las uvas pueden ser transportadas a través de medio país y llegar a la bodega en perfectas condiciones. Australia entrena a los productores de vino para que sean ser capaces de producir un vino sabroso, limpio, y con sabor a fruta aún en las circunstancias más adversas. No importa cuan caliente o cómo sea de seco el clima. El proceso de fermentación de temperatura controlada se aplica tanto a los vinos tintos como a los blancos, y se consiguen vinos perfectos. Este avance tecnológico tan increíble en la elaboración del vino fue el presente de Australia para el mundo.

El paisaje del vino en Australia

Como Australia cuenta con regiones climáticas similares a California, no es sorprendente que la mayor parte del producto sea un reflejo de las variedades populares de ese estado. Pero los australianos, siendo fieles a su variada herencia cultural, han añadido otras variedades distintivas y propias.

Shiraz (o Syrah) es uno de los productos más recientes y conocidos, pero el menos conocido Durif sería un huésped bienvenido en cualquier mesa. Este vino proveniente de la Rutherglen, una pequeña ciudad en el noreste de Victoria, se une al vino de inusual de color rojo brillante de la misma zona para formar un par de ofertas únicas. Rutherglen también produce vinos fortificados, como el oporto, el moscatel, y tokay que a menudo se exportan a otros países.

Victoria también cuenta con otra serie de productores de clase mundial en los Pyrenees, que no deben confundirse con los Pirineos, la cordillera a lo largo de la frontera franco-española. Bajo vid desde principios de la década de 1960, la región tiene ahora más de 30 viñedos con cerca de 600 hectáreas en las que crecen veinticinco variedades. Shiraz, Merlot, Pinot Noir y se encuentran entre los tintos, los blancos representados por Chardonnay, Sauvignon Blanc, y otras uvas.

Aunque una vez fue el hogar de huertos de manzanos, la península de Mornington se ha dirigido a la elaboración del vino en las últimas décadas. Con más de 60 bodegas, muchas de ellas abiertas a degustaciones públicas, la zona cuenta con un bien considerado Pinot Noir.

McLaren Vale limita al sur con la sierra de las montañas Sellicks (Sellicks Hill range) y al oeste con el golfo San Vicente (Saint Vincent gulf) y es una de las zonas productoras de vino más conocidas. La zona goza de un clima mediterráneo, aunque este al sur del Ecuador, con veranos secos. En raras ocasiones se sufren las heladas o la sequía. Los días largos y calurosos y las noches frescas y cortas son perfectos para el cultivo de esas uvas que se van a transformar en vino.

Algunas cepas de la región siguen produciendo uvas más de cien años después de que fueron plantadas, algo que ocurre raramente en otras zonas. El suelo y el clima se combinan con los métodos modernos para producir vino con cualidades superiores para su envejecimiento. La zona es ampliamente reconocida como una de las principales productoras de Shiraz. La cosecha se recoge normalmente en marzo, hasta principios de abril. Con sus uvas pequeñas y tan características, aquí se produce un vino complejo e intenso.

Pero el vino de Shiraz no es el único producto excelente de esta región. Su Cabernet Sauvignon y Garnacha también tienen buena reputación. La uva Garnacha, similar a la cultivada en España, crece bien en su tipo de suelo.

Entre las regiones más antiguas, el valle de Clare (Clare Valley) es también una de las más pintorescas. Colonizada por ingleses e irlandeses en la década de 1840, gran parte de su arquitectura refleja esos primeros días.

El clima es continental, con días de verano calurosos y noches frescas. Algunos viñedos disfrutan de altitudes de hasta 500 m con tierra de color rojizo sobre la roca de grava.

Al igual que gran parte de Australia, Cabernet Sauvignon y Shiraz dominan como uvas tintas, peor su sello distintivo es el vino blanco y también produce un Riesling que ha recibido premios internacionales.

Después de luchar contra la infestación por la filoxera, en los años transcurridos desde la década de 1970 Australia ha crecido hasta convertirse en un exportador mundial de vino. Se ha ganado a pulso su merecida reputación como uno de los mejores productores del mundo.