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Guía sobre la fruta

Preparar y conservar la fruta es fácil cuando sabes cómo hacerlo.

Así, se puede comprar la fruta cuando está en su mejor momento para utilizarla cuando se quiera.

En general

Estas sugerencias producen un resultado garantizado con las frutas con hueso típicas del verano, albaricoques, nectarinas,  melocotones, y le dan un sabor sorprendente a ciruelas, cerezas o guindas. También pueden utilizarse con todo tipo de frutas blandas, como las fresas, frambuesas, moras o grosellas. Los aventureros pueden experimentar con otras frutas, como el mango, fruta de la pasión o lichi.

Mermeladas y jaleas – Lavar la fruta, cortarla por la mitad, quitar el hueso, pesarla y hervirla con el mismo peso de azúcar y guardarla en recipientes herméticos esterilizados. Se puede ir machacando la fruta mientras cuece.

Fruta en almíbar – Lavar la fruta, partirla y quitar el hueso, hervirla unos minutos en un almíbar ligero para después guardarla en recipientes herméticos esterilizados.

Salsa de fruta – Lavar la fruta, pelarla y quitarle el hueso si es necesario;  frotarla con zumo de limón, para que no pierda color, y pesarla;  hacer puré de fruta añadiendo el miso peso de azúcar glas que de fruta; pasar la salsa por el chino si el objetivo es obtener un coulis fino. Esta salsa de fruta se puede servir con helado y otros postres. Si sobra salsa de fruta, puede utilizarse para hacer batidos de fruta o ponerla en la heladora para hacer un sorbete de fruta de lo más delicioso y saludable.

Fruta congelada en almíbar – Lavar la fruta y quitarle el hueso, si hiciera falta. Cubrirla con un almíbar preparado con 300 g de azúcar por cada 500 ml de agua y congelarla. La fruta congelada de esta manera se conservará bien durante 12 meses en el congelador.

Plátanos

Es mejor guardarlos en el frutero, fuera de la nevera, incluso en verano. Pueden congelarse cuando están muy maduros. Pueden congelarse con su piel, pero será más fácil usarlos después si están pelados. Se pueden congelar enteros, en trozos o en rodajas.

El plátano puede usarse aún congelado para hacer batidos y helados. Si se descongela, servirá para hacer pan de plátano, tartas, pasteles, bizcochos, para asar o guisar.

Si se ha congelado con su piel, pueden asarse en el horno durante 30-40 minutos a 180º C. Después se corta la piel y se espolvorea un poco de azúcar moreno y nueces tostadas picadas y se puede servir con nata montada o con helado.

Fruta con hueso

Las frutas con hueso deben refrigerarse cuando estén maduras. Las que estén todavía duras, deben dejarse en el frutero para que terminen de madurar y es mejor utilizar las que estén muy maduras en el día.

Para congelarlas, se lavan y se cortan en trozos, quitando el hueso, y se frotan con zumo de limón para que no pierdan el color. Pueden utilizarse congeladas para hacer batidos de fruta. Una vez descongeladas, sirven para hacer migas dulces, bizcochos o compota de fruta.

El mango congelado sabe a polo de fruta. Basta con pelarlo y cortarlo en tiras. Sienta muy bien cuando hace mucho calor. De la misma forma, pueden congelarse y comerse las uvas que no tienen pipas.

Las manzanas y peras pueden dejarse en el frutero o pueden refrigerarse. Pueden congelarse en trozos, frotadas con limón, o en forma de compota.

Fruta blanda

Es mejor conservarla en el refrigerador, especialmente en verano. También son muy fáciles de congelar. Basta con lavarlas y ponerlas en una bandeja, bien separadas, y congelarlas así. Una vez congeladas, pueden guardarse en un recipiente o una bolsa apta para el congelador y volverlas a poner en el congelador. Si la fruta fuera muy insípida, se puede espolvorear con azúcar antes de congelarla.

Se pueden conservar de esta forma fresas, frambuesas, moras, grosellas, y también el ruibarbo, aunque debe cortarse en trozos.

Otras ideas

Se puede añadir fruta fresca al yogur, los cereales de desayuno y las gachas de avena  para darles textura, además de resultar más sabrosos y nutritivos. También se le puede añadir al helado.

La fruta le da color y sabor a las ensaladas verdes.  Sólo hace falta lavar las fresas, arándano y otras bayas.  Lavar y pelar manzanas, peras, melocotones, ciruelas, cortándolas en trozos y quitándoles el hueso o el corazón. La piña se pela y se corta en trozos. La granada se prepara como  siempre. Los cítricos se pelan y se separan en gajos, cortando los que sean muy grandes.

La fruta a la parrilla o hecha en el horno resulta un postre delicioso y saludable.

Hay una gran variedad de frutas aptas para cocer en almíbar y enlatar, incluyendo manzanas, peras, melocotones, cerezas, bayas y piña.

Las salsas crudas de fruta son un buen acompañamiento para la carne y el pescado a la parrilla; por ejemplo, una salsa de mango.

Los cítricos le dan un sabor maravilloso a las aves de corral y por ello sus zumos se añaden frecuentemente a los adobos y marinadas. También se puede pinchar una naranja pequeña, una lima o un limón, y colocarlos en la cavidad del ave antes de meterla al horno.

Fruta variada, incluyendo lima, limón y kiwi cortados.

El horno de microondas

No sólo se usa para descongelar fruta. Es también una buena alternativa para preparar fruta escalfada o remojar fruta deshidratada antes de usarla en una receta.

Es fácil hidratar uvas pasas, orejones, melocotones secos,  o ciruelas pasas. Se puede hacer en cuestión de minutos. Basta colocar la fruta en un recipiente adecuado para el microondas, cubrirla con agua y cocerla a la máxima potencia. El tiempo depende de la fruta. Bastarán 2 minutos para hidratar uvas pasas, mientras que los orejones y las ciruelas pasas necesitarán 7-8 minutos. Este método NO es apto para fruta con hueso o pipas, que podrían explotar al calentarlos.

Los cítricos dan más zumo si están templados. Para ello pueden sumergirse en agua caliente durante 2-3 minutos, o calentarlos en el horno de microondas durante 15 segundos; calentarlos 30-45 segundos si se acaban de sacar de la nevera.