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Guisados para congelar

Una forma de facilitar la cocina diaria sin sacrificar la calidad de la comida.

Vamos a revelar uno de los secretos mejor guardados de la cocina práctica y eficiente: los guisados para congelar. En un mundo donde el tiempo es un recurso cada vez más escaso, preparar comidas con antelación se ha convertido en una habilidad esencial para mantener una alimentación equilibrada y deliciosa. Los guisados, con su riqueza de sabores y su versatilidad, son candidatos ideales para esta tarea.

¿Quién no ha llegado a casa después de un largo día de trabajo, solo para darse cuenta de que no hay nada preparado para cenar? O quizás sea una de esas etapas de la vida donde cada minuto cuenta, puede ser porque hay niños pequeños en casa, o porque se está estudiando para los exámenes finales; y hay personas que simplemente tienen un horario muy apretado. En situaciones como estas, tener un guisado congelado listo para calentar puede ser un verdadero alivio.

Vamos a explorar los múltiples beneficios de congelar guisados, desde el ahorro de tiempo y dinero hasta la conservación de nutrientes. También ofreceremos consejos sobre qué ingredientes funcionan mejor, cómo almacenar esos guisados de manera segura y, por supuesto, cómo descongelarlos y recalentarlos para que estén tan deliciosos como el día en que se cocinaron.

Congelar guisados tiene sus ventajas

Congelar guisados no es solo una cuestión de comodidad; también ofrece una serie de beneficios que pueden mejorar significativamente la calidad de vida.

Se ahorra tiempo y dinero

Congelar guisados es una estrategia inteligente para cualquiera que busque optimizar su tiempo y ahorrar dinero, a la vez que se mantiene una dieta equilibrada y se come bein.

Ahorro de tiempo

Preparar un guisado en grandes cantidades y congelarlo en porciones individuales o familiares permite tener una comida lista en minutos, en lugar de pasar horas en la cocina ese día. Solo se necesita dedicar un poco de tiempo durante el fin de semana o en días libres para cocinar, y se pueden tener comidas listas para varios días o incluso semanas.

Ahorro de dinero

Al comprar ingredientes en grandes cantidades, a menudo se pueden aprovechar descuentos y ofertas, lo que reduce el costo por porción de la comida. Además, tener una comida ya preparada en el congelador disminuye la tentación de gastar en comidas para llevar o restaurantes, que suelen ser más caras y menos saludables.

Facilita la planificación de comidas

Tener una variedad de guisados congelados a mano facilita enormemente la planificación de las comidas semanales. Ya no hay que preguntaste qué cocinar cada día; simplemente puede se puede elegir uno de los contenedores del congelador con un guisado que se adapte al estado de ánimo o necesidades nutricionales del día. Esto es especialmente útil para personas que deben seguir dietas especiales o tienen que ajustarse a restricciones alimenticias, ya que se pueden preparar guisados que cumplan esas necesidades específicas.

Conservación de nutrientes

Contrario a la creencia popular, congelar alimentos no destruye sus nutrientes. De hecho, el proceso de congelación puede ayudar a conservar las vitaminas y minerales presentes en los ingredientes frescos. Los guisados, que a menudo contienen una mezcla equilibrada de proteínas, vegetales y carbohidratos, se convierten así en una opción nutricionalmente rica que está lista para consumir con solo calentarla.

Ingredientes adecuados para guisados congelables

Elegir los ingredientes adecuados es crucial para asegurar que los guisados congelados mantengan su sabor, textura y valor nutricional. Elegir los ingredientes adecuados no solo asegura que el guisado tendrá buen sabor y textura después de descongelarlo, sino que también puede facilitar el proceso de preparación y almacenamiento.

Carnes que se adaptan bien a la congelación

Carnes rojas

Las carnes rojas como el res y el cordero suelen congelarse muy bien y mantienen su textura y sabor después de descongelarse. Opta por cortes que se benefician de cocciones largas, como el estofado de carne o el corte de chuck.

Aves

El pollo y el pavo son excelentes opciones para guisados congelables. Es mejor usar carne deshuesada y sin piel para evitar cambios en la textura.

Pescados

Si bien el pescado generalmente es más delicado, ciertas variedades como el salmón y el atún se congelan bien cuando están en un guisado.

Verduras recomendadas

Raíces y tubérculos

Las zanahorias y nabos son excelentes para congelar porque mantienen su textura incluso después de ser descongeladas. Las patatas se congelan bien como puré o escaldadas.

Legumbres

Alubias, guisantes, lentejas y garbanzos no solo añaden proteínas y fibra al guisado, sino que también se congelan muy bien.

Maíz y calabaza

Estas hortalizas mantienen su sabor y textura bastante bien cuando se congelan, haciendo que sean una buena adición a cualquier guisado.

Especias y condimentos que mantienen su sabor

Hierbas secas

Las hierbas secas como el tomillo, el orégano y la albahaca mantienen su sabor incluso después de la congelación y el recalentado.

Especias molidas

El comino, la cúrcuma y el pimentón son especias que resisten bien el proceso de congelación.

Ajo y cebolla

Estos básicos de la cocina mantienen su sabor y propiedades incluso después de ser congelados, por lo que son excelentes para usar en guisados que planeas congelar.

Ingredientes a Evitar

Si bien muchos ingredientes se congelan maravillosamente, hay algunos que no son tan amigables con el proceso de congelación. Estos pueden cambiar de textura, sabor o incluso perder sus propiedades nutricionales.

Al preparar guisados para congelar, es crucial tener en cuenta estos ingredientes para asegurarte de que el producto final sea tan delicioso y apetitoso como el día en que se preparó.

Alimentos que no se congelan bien

Es mejor evitar ingredientes que no se congelan tan bien.

Lácteos

Productos como la crema, el queso y la leche pueden separarse o cuajarse cuando se congelan y luego se descongelan, lo que afecta la textura y el sabor del guisado.

Verduras con alto contenido de agua

Verduras como el pepino, la lechuga y los tomates frescos tienden a volverse aguados y blandos una vez descongelados, lo que puede arruinar la textura de tu guisado.

Huevos

Los huevos cocidos pueden volverse gomosos o esponjosos cuando se congelan y luego se descongelan, lo que afecta negativamente la textura del guisado.

Ingredientes que cambian de textura o sabor al congelarse

Patatas cocidas

Aunque las patatas crudas se congelan bien, las patatas cocidas pueden volverse granulosas o arenosas una vez descongeladas.

Pasta cocida

La pasta tiende a volverse blanda cuando se congela y luego se descongela, especialmente si ya estaba cocida al dente.

Hierbas frescas

Las hierbas frescas como el cilantro o el perejil pueden volverse blandas y perder su color vibrante cuando se congelan, aunque su sabor generalmente se conserva.

Frutas

Si bien algunas frutas se congelan bien, otras como la manzana o la pera pueden cambiar de textura y volverse blandas, lo que no es ideal en un guisado.

Almacenar de forma segura

Una vez que se haya preparado unu guisado, el siguiente paso crucial es almacenarlo de manera segura para garantizar su calidad y durabilidad. Elegir el recipiente adecuado y etiquetar tus alimentos correctamente son aspectos fundamentales para conservarlos en buenas condiciones durante mucho tiempo.

Recipientes para congelar

Bolsas de congelación

Las bolsas de congelación con cierre hermético son una opción popular debido a su versatilidad y poco espacio que ocupan. Hay que intentar eliminar todo el aire posible antes de sellar la bolsa para evitar la formación de cristales de hielo.

Contenedores de plástico

Si se opta por contenedores de plástico, es necesario asegurarse de que sean aptos para congelador y que tengan una tapa hermética para evitar la entrada de aire y olores de otros alimentos.

Recipientes de vidrio

Los recipientes de vidrio son una excelente opción ecológica, pero es necesrio escoger vidrio que sean apto para usar en el congelador; otro tipo de vidrio se romperá con los cambios de temperatura. Se debe dejar un poco de espacio en la parte superior para permitir la expansión del guisado al congelarse.

Envases de aluminio

Estos envases son ideales para porciones más grandes y son excelentes para guisados que se van a recalentar en el horno.

Etiquetado y fechas de caducidad

Etiquetado

Es fundamental etiquetar cada recipiente con el nombre del guisado y la fecha en que fue preparado. Esto te ayudará a identificar fácilmente tus comidas y a asegurarte de consumirlas mientras aún están en buen estado.

Fechas de caducidad

Como regla general, los guisados congelados se mantienen en buen estado durante 2-3 meses si se han almacenado correctamente. Sin embargo, esto puede variar según los ingredientes, por lo que es útil hacer una nota en la etiqueta sobre cuándo debería consumirse para asegurar la mejor calidad.

Cómo descongelar y recalentar guisados

Una vez que has preparado y almacenado tus guisados de manera segura, el siguiente paso es saber cómo descongelarlos y recalentarlos para que conserven todo su sabor y textura. Aquí te ofrecemos algunas pautas para hacerlo de manera segura y efectiva.

Métodos seguros para descongelar

En el refrigerador

Este es el método más seguro para descongelar cualquier tipo de alimento, incluidos los guisados. El recipiente se deja en el refrigerador al menos 24 horas antes de que se piense consumirlo. Colocar el recipiente en un plato evitará que cualquier posible derrame manche la nevera.

En el microondas

Si se tiene prisa, se puede utilizar la función de descongelación del microondas. Sin embargo, este método puede hacer que algunas partes del guisado se calienten más que otras, así que es necesario revolver bien de vez en cuando y una vez más antes de recalentar completamente.

Baño maría

Para un método más rápido que el refrigerador pero más uniforme que el microondas, se puede colocar el recipiente sellado en un baño de agua caliente. Debe ser un recipiente sea resistente al agua y al calor.

Cómo recalentar para obtener el mejor sabor y textura

Siempre se debe verificar la temperatura interna del guisado para comprobar que haya alcanzado los 74°C, lo cual indica que se ha recalentado de manera segura.

Sobre el fogón

Recalentar el guisado en una cacerola a fuego medio-bajo es una excelente manera de calentar un guisado de forma uniforme. Se debe revolver ocasionalmente, y quizás sea necesario añadir un poco de agua o caldo si parece que el guisado se ha secado un poco.

En el horno

Para guisados grandes o aquellos que contienen ingredientes que se benefician de un recalentamiento más lento, el horno es una excelente opción. Para ello, se calienta el horno a 175°C y después se calienta el guisado (en un recipiente apto para horno) durante 20-30 minutos, o hasta que esté completamente caliente.

En el microondas

Si se usa el horno de microondas, el guisado debe colocarse en un recipiente apto para microondas y se utiliza la potencia de recalentamiento. Se deve revolver al menos una vez para estar seguros de que el guisado se calienta uniformemente.

Recetas fáciles de guisados para congelar

Ahora que hemos visto todo sobre cómo preparar, almacenar, descongelar y recalentar guisados, es hora de poner manos a la obra. A continuación, te presentamos tres recetas fáciles y deliciosas que son perfectas para congelar.

Receta sencilla de carne guisada

Receta básica de pollo guisado

Receta de guisado vegetariano

Cómo adaptar recetas para poder congelarlas

Una vez que se han preparado las recetas básicas unas pocas veces, es normal quere adaptar las propias recetas favoritas para poder congelarlas.

Sustituir ingredientes

Si la receta incluye ingredientes que no se congelan bien, como los lácteos o ciertas verduras, se debe considerar sustituirlos por alternativas que sí lo hagan. Por ejemplo, se podría usar leche de coco en lugar de leche oridnaria o nata líquida.

Cocinar a medias

Si la receta incluye ingredientes que cambian de textura al congelarse, como la pasta, la solución es cocinarlos solo parcialmente antes de congelar el plato. De esta manera, al recalentar el guisado, estos ingredientes terminarán de cocinarse sin perder su textura o sabor.

Separar componentes

Para recetas más complejas, puedes congelar los componentes por separado y combinarlos al recalentar. Por ejemplo, si tienes un guisado con una cobertura de pan rallado, congela la cobertura por separado y añádela justo antes de recalentar.

Ideas para servir los guisados congelados

Los guisados congelados se pueden servir tal cual, o presentarlos de formas más creativas. Así hay aún más posibilidades para disfrutar de los guisados congelados. No solo son una forma conveniente de comer bien, sino que también ofrecen una versatilidad que te permite añadir interés y variación a las comidas.

Acompañamientos

Un guisado puede convertirse en una comida completa con el acompañamiento adecuado. El guisado se puede servir con una guarnición de arroz, puré de patatas o una ensalada fresca.

En tacos o burritos

Los guisados de carne o pollo son excelentes rellenos para tacos o burritos. Simplemente basta añadir otros ingredientes típicos como queso rallado, guacamole y salsa.

Como relleno de empanadas o pasteles

Los guisados más espesos pueden usarse como relleno para empanadas o pasteles. El guisado debe estar completamente descongelado y escurrido de exceso de líquido antes de usarlo como relleno.

A la parmentier

Para una comida reconfortante, el guisado descongelado se puede colocar en una cazuela, añade una capa de puré de patatas y hornearlo hasta que esté dorado.

La magia de los guisados congelables

Los guisados congelables son más que una simple conveniencia; son una herramienta poderosa para cualquiera que busque optimizar su tiempo, ahorrar dinero y mantener una alimentación equilibrada y deliciosa. Con un poco de preparación y planificación, se puede tener una variedad de comidas sabrosas listas para disfrutar en cualquier momento, lo cual permite vivir una vida más relajada y gratificante.

Una vez que se descubre lo fácil y gratificante que es tener un guisado en el congelador, lo normal es preguntarse cómo vivir sin esta maravillosa estrategia culinaria.