La mayoría de los quesos no necesitan cocinarse y son excelentes en su estado natural.
Basta acompañarlos con un poco de pan o galletas saladas, y quizás un vaso de vino para tener un magnífico entrante o plato principal, o una comida completa en el caso de una cata de queso y vino.
Cuando servir queso
El queso puede servirse como aperitivo, como primer plato o como postre en la comida o la cena.
Es perfecto como tentempié a media mañana o como merienda en bocadillo. Y también es muy bueno para comer fuera, no sólo en bocadillo, sino también en lonchas o dados. Un queso duro no se rompe ni se estropea a temperatura ambiente, y es muy nutritivo.
No sólo sirve como aperitivo en una comida familiar, sino que también sirve para preparar canapés y otras delicias para fiestas y cócteles.
En algunos países, el queso es un desayuno habitual.
Cómo servir queso
Cuando el queso se sirve como plato principal o como postre, lo mejor es servirlo en un trozo.
Cuando se trata de una comida familiar, lo mejor es servir sólo una tipo de queso. Si se sirven varios quesos se crea el problema de cual probar. Siempre se puede escoger un queso que vaya bien con el resto de los platos.
Si se sirve como postre de una fiesta, pueden ponerse dos o tres tipos., y no más de cuatro. Puede escogerse un queso duro, uno semi-duro, uno blando o semi-blando, y quizás un queso azul.
Para una cata de queso y vino, se sirven dos quesos duros, dos semi-duros, dos semi-blandos, uno azul, más uno suave y otro cremoso. Los invitados normalmente intentan probar todos los tipos y es mejor que la selección no sea más amplia.
Si es posible, cada queso debe cortarse con un cuchillo distinto para que no se mezclen los sabores. Y en el caso de los quesos duros y semi-duros, es mejor utilizar los cuchillos especiales para queso, que tienen la punta curve. La selección de quesos se sirve sobre una tabla de madera pues así los cuchillos no chirrían sobre la loza o el metal.
Los quesos duros se sirven en bloque. Los quesos semi-suaves pueden servirse en bloque o cortados en lonchas finas. Los quesos de desayuno escandinavos siempre se sirven en lonchas finas.
Las porciones de queso se suelen cortar en bloques rectangulares para que sea fácil envolverlas después. Cuando se cortan quesos redondos o con forma de cuña, se debe intentar dejar una superficie de corte lo más pequeña posible.
Normalmente se sirve pan y galletas saladas para acompañar al queso, y quizás mantequilla. El pan y las galletas saladas se sirven aparte.
Algunas personas prefieren comer el queso con cuchillo y tenedor, particularmente las lonchas finas de queso a la hora del desayuno o las que se sirven en un buffet abierto.