Escenificación de una comida, incluyendo los restos que nadie quiere, poniendo a trabajar hasta el apuntador y a los admiradores.
Prácticamente todo el mundo prepara demasiada comida cuando se trata de una fiesta pues es mejor que sobre comida que el que falte, y hay que hacer algo con las sobras después. Si orquestamos los menús y las recetas por anticipado, podremos estar seguros de tener los ingredientes correctos y en las cantidades suficientes para la segunda actuación.
Vamos a repasar la escenificación completa de la comida, incluyendo el uso que se le puede dar de los restos que nadie quiere, y pondremos a trabajar hasta el último de los tramoyistas y utileros, al apuntador, e incluso a los admiradores que visitan los camerinos.
Planificar la repetición antes de la noche del estreno
Al pensar en lo que se hará con los restos de comida por adelantado, las sobras estarán esperando su turno para hacer magia en la siguiente escena, y el segundo acto nunca habrá resultado tan sabroso.
Aunque se tenga una magnífica colección de recetas y mucha imaginación para improvisar, conviene dedicarle atención al tema. De lo contrario, puede ocurrir que al final no tengamos una cantidad suficiente para hacer mucho, o que tengamos demasiado de algunas cosas que no esperábamos ¿Cómo vamos a seducir al público en la segunda representación con lo que no tuvo éxito en la primera? Puede conseguirse añadiendo algunos ingredientes extra.
Pensar en el final desde el principio
Las sobras nunca son un problema, excepto cuando se planea usarlas para otra cosa. De repente, se convierten en un producto solicitado y nunca queda lo suficiente para usarlo en la próxima receta. Para combatir esta Ley de Murphy del entorno culinario, se debe comenzar con el final en mente. Si al preparar los platos iniciales, se piensa un poco en lo que se necesitará en el próximo plato y se tienen presentes esas cantidades, se pueden hacer ajustes sobre la marcha para asegurarnos que tendremos lo que hará falta como extra.
Por ejemplo, si se decide servir huevos con restos de un relleno de salchicha como guarnición para la cena y se necesitan 400 gramos de ese relleno, se pueden hacer unos 200 g de más al prepararla receta inicial. Esta es una buena estimación de lo que en realidad quedará para la cena, sin que a nadie le falte durante la comida. Y cuando se está seguro de que quedará suficiente cantidad para la cena, es hora de empezar a reunir los ingredientes.
Planificar el comienzo
Cualquier buena receta necesita un plan de ejecución para que todo salga a la perfección. Y cuando se está seguro de que habrá restos en cantidad suficiente del ingrediente principal, es hora de elegir los otros ingredientes necesarios para completar la receta.
Si se ha decidido hacer un jamón al horno con piña, el jamón y la piña sobrantes se pueden convertir en excelentes brochetas añadiendo cebolla, pimiento dulce, tomate o queso. Las sobras de pavo con queso y champiñones, pueden convertirse en bocadillos, incluso pueden condimentarse con la salsa de arándanos. Es fácil ser creativo y desarrollar una nueva receta favorita con solo unas pocas sobras si hay una cantidad suficiente.
Disfrutar el interludio
En este punto, ya se ha hecho todo el trabajo duro, excepto cocinar el nuevo plato. Ya se sabe que se va a hacer, hay suficiente y se han preparado el resto de los ingredientes. Se puede disfrutar del proceso mientras se enciende el fogón, la parrilla o el horno. No solo se están aprovechando las sobras y evitando el desperdicio de buena comida, sino que también se está creando un nuevo plato.
Mientras se cocina, se puede ampliar el plan de reducción de sobras convirtiendo algunos de los restos de comida que no son necesarios para la siguiente receta en tentempiés o bocadillos para satisfacer el apetito durante el siguiente día. Solo hay que asegúrate de dejar suficientes ingredientes primarios para terminar de preparar la comida ya planificada. Esto es todo lo que hace falta para conquistar el desafío de las sobras de comida.
Bajamos el telón
Todo lo que se necesita hacer para hacer magia con los restos de comida con sólo unos pocos ingredientes es empezar pensando en el final, planificar el comienzo y disfrutar de la preparación. No se quedará atrapado mirando en un refrigerador repleto de sobras, rascándose la cabeza. No hace falta seguir recalentando los mismos platos una y otra vez. Cuando se piensa en lo que se puede hacer con los posibles restos antes de empezar a cocinar una comida festiva, y se prepara el escenario para las actuaciones repetidas, las sobras cobran una nueva dimensión y el espectáculo transcurrirá sin problemas.
Escoger los actores y repartir los papeles
Cuando se cuenta con las sobras de una comida para preparar la del día siguiente día, o la de dos o tres días más, es importante tener en la mira los platos que se van a hace, así como los ingredientes y las cantidades que se necesitarán para producir esas comidas. Hay ciertos métodos básicos que permiten planificar las sobras que necesitan para las comidas que se prepararán después de que haya termine la fiesta.
Aumentar la producción
Todos sabemos lo que va a suceder. Ciertas sobras desaparecen más rápido que otras, algunas incluso lo antes de que tengan la oportunidad de enfriarse en el refrigerador. Como se sabe cuáles van a ser, porque ya ha pasado ya varias veces antes, se puede anticipar el problema. Considerando el supuesto de que los comensales tragarán lo mismo que en ocasiones anteriores, la solución es hacer más cantidad. De esa manera, se puede guardar lo suficiente para las comidas planificadas y los invitados, o la familia, pueden acabar con el resto.
Si uno de los guisos planificados es una cazuela de rodajas de patata con jamón, y el jamón asado desaparecer velozmente en forma de bocadillos después de la comilona, lo recomendable es, por supuesto, asar un jamón más grande o incluso asar dos jamones pequeños. El horno ya está encendido y caliente, así que ¿por qué no hacer dos? Uno para la comida de fiesta y otro para que haya sobras. Ese segundo jamón será la garantía de que habrá bocadillos y habrá cazuela de patatas con jamón.
Cuando se ha pensado en hacer una sopa con bolas de salchicha flotantes o albóndigas de salchicha rellenas de queso, y ese relleno de salchicha desaparece de la fuente la primera noche, puede ser tremendamente decepcionante encontrar al día siguiente que es necesario buscar una comida distinta. Lo que toca, entonces, es hacer un segundo lote mientras se prepara el relleno para ave o carne, haz un segundo lote y cocinarlo en una bandeja de horno al lado del primero. Asó habrá suficiente restos de relleno de salchicha para la receta del día siguiente.
Tener los extras adecuados
Junto con la cantidad necesaria de sobras para crear otras comidas, vienen los otros ingredientes que se necesitarán para preparar dichas comidas con restos. No todos los sabores funcionan bien juntos, y no todos los ingredientes son el complemento perfecto para todos los platos. De hecho, algunas combinaciones son desastrosas. Al planificar las comidas que desea preparar con las sobras del banquete, se pueden modificar ligeramente los platos para que encajen con los planes.
Por ejemplo, si se desea llenar el congelador con pequeños bollitos rellenos, habrá que decidir con qué se van a rellenar. Si se decide que será una mezcla de sobras de pavo, picado, y del picadillo que se sirve con él, significa que se necesitarán sobras de ambos. No solo se necesita que quede suficiente pavo y suficiente relleno, sino que habrá que considerar el tipo de relleno que preparas para la comida. ¿Va a quedar bien dentro de los panecillos? Puede que un relleno de manzana y nuez o un relleno de ostras no sean los más adecuados para panecillos o bizcochos salados.
Es fácil ver lo importante que es planificar cómo las sobras de los platos servidos se convertirán en nuevas comidas. Si en el menú del día siguiente aparece lomo de cerdo glaseado con cítricos y arándanos, habremos de estar seguros de tener mermelada de cítricos y arándanos en la despensa. Si se tiene la idea de hacer una sopa de brócoli y queso azul al día siguiente y existe la opción de servir maíz tierno o brócoli como guarnición en la comida festiva, se debe elegir el brócoli. Por supuesto, también se puede pensar hacer sopa de maíz dos días después. En ese caso, se pueden servir los dos como guarnición y podemos asegurarnos de tener lo necesario para hacer los primeros platos los dos días siguientes.
Cuando no se piensa en las sobras con la suficiente anticipación, no hay garantía de que habrá suficiente cantidad de los restos necesarios para el próximo plato. O puede ocurrir que uno se dé cuenta de que no hay forma de hacer una sopa de batata asada y jamón apetecible con sobras de batata asada a la miel mientras se están glaseando dichas batatas. Sí, escoger a los actores y repartir los papeles significa planificar que haya la cantidad correcta del tipo correcto de ingredientes. De esta forma las repeticiones cosecharán un éxito tan grande como el día del estreno.