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La fruta es el principio de una dieta saludable

La fruta es naturalmente dulce y suele ser uno de los primeros sabores que los niños prueban.

Muchas frutas se encuentran entre los primeros alimentos sólidos que se ofrecen a un bebé. A la mayoría de los niños les gusta la fruta, pero muchos niños no toman suficiente fruta una vez que crecen un poco ¿Por qué?

A muchos niños pequeños les encantará comer uvas, plátanos, fresas, manzanas o peras, siempre que la fruta esté convenientemente limpia, pelada, sin pipa ni sin tallos y cortada. El problema empieza frecuentemente cuando los niños crecen y la mamá piensa, con toda razón, que es hora de que ellos empiecen a preparar la fruta que van a comer. Hay otros tipos de comida fácil y muchos niños ni siquiera se molestan en pelar un plátano.

Lo primero es conseguir que los niños sean más activos a la hora de preparar comida. Cuando los padres empiezan a pensar que es hora de que los niños se preparen algo de comer ellos mismos, probablemente ya es tarde. No es imposible, pero va a costar mucho más trabajo. Para que sea más fácil, se debe aprovechar esa etapa cuando los niños pequeños quieren hacer todo lo los mayores hacen, y aprenden naturalmente por imitación. Si se acostumbran a poner algo de esfuerzo antes de comer desde que son capaces de pelar un plátano o lavar una fresa, habremos superado el primer obstáculo. Los niños pequeños pueden hacer muchas tareas si las herramientas son del tamaño adecuado para sus manos. Así que podemos buscar cuchillos, pela patatas, platos y vasos del tamaño que pueden manejar y animarles a pelar y picar tanto como quieran, bajo supervisión, claro. Los niños activos en la cocina son niños activos para todo lo demás, desde los deberes del colegio hasta los deportes. Aprenden a gestionar una tarea de principio a fin, a planificar cada paso y a calcular el tiempo que se tarda en cada trabajo.

Cuando no hay tiempo para cocinar, la fruta es uno de los alimentos que requiere menos preparación. Y podemos recurrir a zumos de fruta, frutas congeladas, enlatadas o secas, que también cuentan. La fruta enlatada está lista para comer y el único trabajo que hay que hacer es abrir la lata. Las tiendas venden deliciosa fruta preparada, muy conveniente. Se pueden usar, pero sin olvidarse de la fruta fresca. La fruta enlatada no tiene tantas vitaminas y como la fruta se deteriora rápidamente una vez pelada, esos recipientes ya preparados, tampoco tendrán tantas vitaminas como la fruta preparada en casa. Se puede aprovechar lo mejor de ambos mundos y mezclar una lata de cóctel de frutas con algunos trozos de manzana o pera y gajos de mandarina fresca para preparar una ensalada de frutas rápidamente.

Enséñeles a sus hijos cómo usar el exprimidor o la licuadora. Es mucho más fácil beber zumo de fruta de una botella o un tetrabrik, pero ese tipo de zumos suelen tener más azúcar de lo que es saludable, especialmente cuando se hacen a partir de zumo concentrado. Son casi caramelo líquido y no son algo para beber a todas horas. Aunque un vaso de zumo comercial es mejor que no tomar ninguna fruta, lo ideal es beber zumos caseros, recién hechos. Los batidos de fruta son el siguiente paso.

Las frutas secas se pueden usar como un refrigerio rápido o mezclarlas con yogur y cereales, como desayuno o merienda, y son ideales en bizcochos y pastelillos. A los niños suelen gustarle todo tipo de galletas, bizcocho y magdalenas, que se vuelven más saludables cuando se les añade uvas pasas, albaricoques o arándanos secos. El curry se beneficia del sabor dulce que añaden las uvas pasas y otras frutas secas. Es algo a probar. Cocinar es divertido y creativo, por lo que no será difícil que los niños ayuden.

Habrá que seguir animando a los niños a comer fruta durante más tiempo del que pensamos. Incluso aquellos niños capaces de lavar y morder una manzana pueden perder esta buena costumbre cuando les ponen un aparato para enderezar los dientes, y ya no pueden morderla directamente a riesgo de romper los alambres que lo sujetan. La situación se complica cuando sus amigos tampoco comen mucha fruta. Hay algunas recetas fáciles, como las brochetas de fruta, que parecen un postre de alta cocina y pueden servir para superar esta etapa.

Todos los esfuerzos que se hagan para mantener la fruta en el menú merecen la pena mantener la fruta en el menú. La fruta es sana y la forma más fácil de llevar una dieta equilibrada y una vida libre de enfermedades.