Cocina británica

Los ingleses suelen bromear acerca de su cocina, o de su carencia de un estilo reconocido, ya que la combinación tradicional de carne y dos tipos de hortalizas o verduras es todavía el epítome de la comida británica. Eso puede tomarse como una muestra del llamado humor británico, o simplemente puede ser que no saben lo que se cocina en su propio país. Porque hay mucho que tiene mérito en la cocina británica y además ha evolucionado.

Algunos alimentos británicos han sido siempre buenos, y podemos citar el queso, sándwiches, diferentes tipos de carne asada, pasteles de carne y de caza, y su tradicional pescado frito con patatas, sin olvidar algunos dulces y mermeladas.  Pero además de eso, la cocina británica ha reconocido la influencia anglo-india, ha incorporado ingredientes y platos que los ingleses han traído de sus viajes, y ha absorbido también las ideas aportadas por los muchos inmigrantes que han llegado al país. La cocina británica no es nada aburrida cuando los británicos se molestan en cocinar.

No siempre fue así. Hubo un tiempo en el que el ajo era un ingrediente maldito, que sólo se usaba en las cocinas étnicas, y uno tenía que ir a las tiendas especializadas en alimentos étnicos a comprarlo, no siempre se encontraba en las tiendas de alimentación regulares.  Algunos años después, se podía encontrar ajo en todos sitios, pero uno todavía tenía que visitar las tiendas étnicas para comprar otros ingredientes, por ejemplo, cualquier tipo de legumbre secas con excepción de guisantes, pues sólo se vendían enlatadas y más como judías con tomate al horno que como judías al natural. Después la televisión se llenó de programas de cocina y creció el interés por el origen de los alimentos. Esto se ha traducido en una variedad mayor de platos preparados en las estanterías de los supermercados. Incluso nacieron los esquemas que garantizan una caja de verduras y frutas frescas a la puerta de la casa cada semana, y otras variaciones de esta idea. Ahora hay en las tiendas una enorme variedad de platos preparados y medio-preparados, listos para calentar, las o cajas conteniendo todos los ingredientes preparados para llegar a casa, poner la sartén al fuego y transformarlos en un plato exótico. Y esa variedad ha llegado también a los restaurantes donde te preparan la comida y te la llevas a casa. Se puede considerar como una prueba de que a los británicos les gusta comer bien, pero sigue sin gustarles pasar mucho tiempo en la cocina.

Lo mejor de la comida británica

El desayuno completo inglés consiste en huevos fritos o revueltos, bacón, salchichas, champiñones y tomates a la parrilla, y quizás judías al horno. A veces se añaden patatas fritas, pero no es corriente, y puede aparecer un tipo de morcilla o haggis, que es un alimento de origen escocés comparable a las morcillas. Y después se sirve té y pan tostado con mantequilla y mermelada. Sería ir seguido de té y pan tostado con mantequilla y mermeladas. Esta es una gran manera de comenzar el día, sobre todo cuando el almuerzo es pequeño y la hora de la cena está lejos como ocurre en un día típico en Inglaterra. Lamentablemente, el desayuno completo no es algo que se haga todos los días. Es más fácil dormir un rato más empezar con leche y cereales, o té o café y tostadas,  y cogerse algo de camino al trabajo que levantarse una hora antes y cocinar.

El almuerzo será un bocadillo o una ensalada, una bolsita de patatas fritas y una bebida. Si es cierto que los sándwiches, o los bocadillos, pueden ser muy variados.

La hora del té es una tradición que se ha perdido debido a las exigencias de la vida moderna. Pocos se paran para tomar un té completo con varias clases de bocadillos, pasteles y tartas, con bollos calientes, tostadas y más mantequilla, mermelada y nata montada. Hay algunos establecimientos que sirven este tipo de té completo pero están orientados a los turistas. La hora del té es la hora de la cena para los niños. Los adultos comerán más tarde.

Una cena británica podría consistir en carnes y verduras cocinadas de forma simple - por lo general verduras hervidas o al vapor, carne asada o a la plancha - que se acompañan de salsa, casera o embotellada, para hacerlas más apetecibles. Cuando el cocinero tiene una buena mano para encontrar el punto correcto y los ingredientes son de buena calidad, será simple pero no tiene por qué ser nada malo, peor puede resultar aburrido si se sirve a diario.

Las comidas suelen terminar con un postre dulce como la tarta de manzana, el bizcocho recubierto de melaza, fruta o ruibarbo al horno cubierto con migas dulces, o el pan dulce, o el trifle y generalmente se sirve con crema inglesa.

Londres, Inglaterra.