Nutrición antes del embarazo
La salud de la futura madre tiene mucho que ver en cómo se desarrolla el bebé y la dieta es clave.
¿Qué futura madre no desea un embarazo sin problemas y dar a luz un bebé sano? La salud de la futura madre tiene mucho que ver en cómo se desarrollará el bebé. Como una dieta equilibrada es esencial para la salud, la dieta también influye.
El primer paso es asegurarse de seguir una dieta saludable y adaptada al estilo de vida y nivel de actividad física. Es un buen momento para introducir cambios positivos y limitar los excesos. Lo que la madre come durante el embarazo influye en los futuros gustos del bebé. Será importante cubrir todas las necesidades nutricionales de madre e hijo, y hay cambios que se pueden hacer antes de concebir para darle al bebé el mejor comienzo posible.
Una dieta saludable va a ayudar muchísimo a concebir y a tener un embarazo sin problemas.
Acido fólico
El ácido fólico es esencial en el desarrollo del bebé y en particular ayuda a prevenir defectos del tubo neural como la espina bífida y la anencefalia. Muchos expertos recomiendan que las mujeres que desean quedarse embarazadas incrementen la cantidad diaria de ácido fólico. El ácido fólico es tan importante para el desarrollo del bebé que en algunos países la recomendación es que todas las mujeres en edad de procrear aumenten la ingesta de este nutriente porque el embarazo no se ha planeado en la mayoría de los casos y los defectos neurales se producen muchas veces en las cuatro primeras semanas de embarazo, antes de que muchas mujeres se hayan enterado de que están esperando un hijo. Así que tiene sentido asegurarse de recibir una cantidad óptima de ácido fólico desde antes de la concepción cuando el embarazo es planificado.
La cantidad diaria recomendada de ácido fólico es de unos 100 microgramos, pero debe aumentarse a 500 microgramos en las semanas anteriores a la concepción y debe mantenerse esta dosis elevada al menos hasta el final del tercer mes de embarazo. Una dieta equilibrada asegurará la cantidad mínima recomendada, pero será necesario un suplemento de 400 microgramos diarios.
Dónde se encuentra el ácido fólico
Las verduras de hoja verde, los cereales y los frutos secos son las mejores fuentes naturales de ácido fólico. Hay otros alimentos, como el hígado, que podrían ser una buena fuente en otras circunstancias, pero contienen también una alta cantidad de vitamina A y el exceso de esta vitamina no es bueno para el bebé en desarrollo. Las frutas y verduras frescas que contienen carotenos no suelen presentar problemas porque el organismo sólo transforma lo que necesita en vitamina A.
- Brócoli, espárragos, espinacas, y acelgas al vapor o hervidos muy ligeramente.
- Legumbres, particularmente las judías pintas o negras. Las judías de color más oscuro suelen contener una mayor cantidad de ácido fólico.
- Maíz tierno, fresco o congelado, no de lata, poco cocinado.
- Cereales fortificados.
- Un suplemento vitamínico.
Los suplementos multivitamínicos también contienen vitamina A, así que es mejor consultar al médico para que recomiende un suplemento adecuado.
Vigilar el peso
Si la futura madre está demasiado delgada será, será más difícil concebir y habrá mayor riesgo de que el bebé sea demasiado pequeño al nacer, y esto lo hace susceptible a muchos problemas de salud. Y si el peso de la madre es excesivo, podrá haber problemas con la presión arterial durante el embarazo, incluso puede haber riesgo de diabetes. También el parto será más complicado.
Quedarse embarazada no significa vía libre para comer en exceso. Sí será necesario incrementar la cantidad de nutrientes pero no se trata de comer por dos. El incremento de peso durante el embarazo que se considera adecuado para una mujer que tenía un peso normal antes de quedarse embarazada está entre 11 kg y 15 kg. Este incremento debería ser mayor si la mujer estaba demasiado delgada anteriormente, y debería ser la mitad si el peso de la futura madre ya era excesivo antes de la concepción.
Si el embarazo es planeado, lo mejor es mantener el peso adecuado mientras se espera concebir. Es un buen momento para empezar a bajar de peso, si fuera necesario, pero sin seguir dietas desequilibradas.
Reducir los excesos
Es el momento de eliminar de la dieta cualquier bebida o alimento potencialmente nocivo durante el embarazo, por ejemplo, el alcohol. El alcohol es saludable en cantidad moderada. Así más vale asegurarse de que la cantidad de alcohol que se consume es realmente moderada o nula. En todo caso, se trata de mantener la ingesta de alcohol por debajo de los límites establecidos para las mujeres no embarazadas. La recomendación general es no sobrepasar una unidad de alcohol al día.
Una unidad de alcohol es un vaso pequeño (125 ml) de vino, o un vaso (225-250 ml) de sidra o cerveza.
Hay expertos que opinan que una copa de vino tinto de vez en cuando, incluso durante el embarazo, no afectará al bebé pues la naturaleza es sabia y nuestro organismo podrá neutralizarlo antes de que haga daño. Otros opinan que el riesgo es demasiado grande, pues los defectos que el alcohol puede causar en el feto son muy serios, y recomiendan abstenerse por completo, ya que realmente no se puede planificar al minuto el momento de la concepción. La decisión depende de la futura madre.
El exceso de grasa, o el exceso de azúcar en la dieta también perjudicarán al bebé. Un exceso hará que el bebé se aficione a ella y sea más susceptible a la diabetes más tarde en la vida. Resultará más fácilponer orden antes de que el embarazo ocurra que tener que hacerlo cuando se está bajo la tormenta hormonal que se producen durante ese período.