Cocinamos pescados y mariscos

El pescado se puede asar, cocer en el horno, hacerse a la parrilla, saltearse, freírse, escalfarse, hervirse o hacerse al vapor.

Se trata de escoger el pescado más fresco y prepararlo de la forma más adecuada. Igualemente con el marisco o con los moluscos.

En principio, se puede distinguir entre el pescado, que tiene una piel más o menos suave y un esqueleto interno, y los moluscos o el marisco, que tienen conchas o cáscara dura, como un esqueleto externo. Dentro del pescado, tenemos el pescado blanco, que puede ser redondo o plano, y el pescado azul, que suele ser casi siempre redondo.

Hay una enorme variedad de pescado y escoger uno para el menú del día puede ser un asunto espinoso.

Afortunadamente, aunque hay una gran variedad de pescados, mariscos y moluscos comestibles, no hay muchas formas de cocinarlos y es fácil aprender a prepararlos y servirlos como auténticos maestros, y también a degustarlos como cualquier sibarita.

Descongelar pescado

El pescado puede usarse directamente del congelador en algunas recetas, pero el resultado suele ser mejor cuando se descongela antes de cocinarlo. El pescado se puede descongelar en el refrigerador, durante la noche, cuando no hay prisa. También se puede sumergir en agua fría con 3-4 cucharadas de sal, mejor si está dentro de una bolsa de plástico.

Pescado fresco.