Aburrirse como una ostra - No tener nada que hacer, hasta el punto del bostezo.
Ahogarse en un vaso de agua - Angustiare por cualquier cosa, particularmente problemas no demasiado importantes.
Ahorrarse el chocolate del loro - Restringir el gasto en algo que no significa una economía real. Al fin y al cabo, un loro no come mucho chocolate.
Algo se cuece - Para indicar la sospecha de que se está tramando algo raro.
Apartar el grano de la paja - Separar lo bueno de lo malo.
Arrimar el ascua a su sardina - Aprovecharse de la situación.
Atar perros con longanizas - Una señal de prosperidad excesiva.
Caer como un jarro de agua fría - Desanimar, desanimarse.
Coger a alguien con las manos en la masa - En el acto, descubrir a alguien en el momento que comete un acto normalmente reprobable. In fraganti.
Coger el rábano por las hojas - Enfocarse en lo accesorio, confundir lo accesorio con lo fundamental.
Comer a la carta - Significa pedir cada plato de forma independiente, y que cada plato se prepara a la orden. En un restaurante, es lo opuesto a pedir el menú del día o un menú fijo.
Comer como un pajarito - Comer muy poco.
Comer como un sabañón - Comer muchísimo y con ansias.
Comer con los ojos - Pensar que uno puede comer más de lo que le cabe en el estómago - Mirar a alguien intensamente.
Comer en el mismo plato - Complicidad. Dos personas que comen en el mismo plato son compinches.
Comer sin ganas - Hacer algo cuando no apetece hacerlo.
Comerse los codos de hambre - Tanta hambre que uno es capaz de hacer lo imposible.
Como beberse un vaso de agua - Algo que resulta muy fácil.
Con su pan se lo coma - Se le dice a alguien tozudo y que no da su brazo a torcer cuando se renuncia a hacer nada más por convencerlo.
Contigo, pan y cebolla - Tanto amor que no importa el dinero.
Darle la vuelta a la tortilla - Convertir una situación desventajosa, particularmente si parece que todo está perdido, en una situación buena.
Dársela a uno con queso - Timarle, engañarle.
Descubrir el pastel - Dar a conocer un secreto antes de tiempo.
Desgranar la mazorca - Dispersarse un grupo de personas.
Dormir la mona - Dormir la borrachera.
Duro de roer - Normalmente se dice de una persona difícil de convencer. A veces se refiere a algo difícil de hacer.
Echar leña al fuego - Azuzar una discusión, enconar a dos personas que están en desacuerdo aunque no se haga con mala intención.
El pez grande se come al chico - Los más fuertes tienen las de ganar.
Enviar a alguien a freir espárragos - Despedirlo sin miramientos.
Esas lechugas no son de su huerto - Alguien que hace pasar como suyas las ideas y las ocurrencias de otros.
Eso es harina de otro costal - Algo que puede desviar la discusión por otro camino del que se sigue.
Estar como una lechuga - Una persona que parece fresca, lozana y rejuvenecida.
Hay más días que longanizas - Hay tiempo de sobra.
Hacérsele a uno la boca agua - Se toma como una señal de que algo gusta mucho.
Ir al grano - Hablar claro y sin rodeos.
La última gota que hace rebasar la copa - Un acontecimiento poco importante que resulta en una reacción exagerada, probablemente porque se ha repetido muchas veces sin que hubiera resultados.
Las cuentas claras y el chocolate espeso - Para remarcar que cada cosa tiene su forma de hacerse.
Lentejas, si quieres las comes y si no las dejas - Es el dicho y la palabra "lentejas" en medio de una conversación no gastronómica suele refereirse a un ultimatum, lo aceptas o lo rechazas pero no hay otra opción.
Llamar al pan pan, y al vino vino - Hablar claramente, sin circunloquios ni utilizando palabras politicamente correctas, que normalmente oscurecen el significado.
Mantener al lobo alejado de la puerta - Aplacar el hambre para aguantar hasta la próxima comida. Es la traducción de un dicho inglés.
Me importa un rábano - Me importa muy poco o no me importa nada en absolutto.
Morderse las manos, morderse las uñas - De impaciencia. No poder esperar.
Morderse los codos - De hambre. Estar tan hambriento como para hacer algo tan difícil como morderse un codo. Es praticamente imposible alcanzar el codo con la boca.
No haber roto un plato en la vida - Alguien buenísimo, que nunca ha hecho nada malo. Normalmente se utiliza en sentido irónico.
No ser grano de anís - Una señal de que algo es más importante de lo que parece.
Pedirle peras al olmo - Pedir algo imposible.
Pagar los platos rotos - Sugiere algo ligeramente injusto. Normalmente el que se queja de tener que pagar los platos rotos no era el culpable, o no era el único culpable.
Pescar en rio revuelto - Obtener algo con mayor facilidad, beneficiarse de una situación enredada.
Quedarse con la miel en los labios - Estar casi a punto de conseguir algo pero sin llegar a lograrlo; incluso aunque se pueda tener entre las manos, no se logra conservarlo.
Que si quieres arroz Catalina - Se dice cuando alguien hace oidos sordos a lo que le dicen, no hace caso o no hace lo que le piden que haga.
Sacar las castañas del fuego - Resolver un problema, normalmente uno complicado con una solución difícil. No se pueden retirar las castañas que están asándose en el fuego simplemente con las manos. "Tener que sacarle a uno las castañas del fuego" suele referirse a una persona que se ha creado problemas y espera que otros se los resuelvan.
Ser duro de cocer y peor de comer - Algo que es tan retorcido que no se puede explicar y difícilmente se puede manejar. Algo o alguien tan malo que dificilmente se puede enmendar.
Ser más fresco que una lechuga - Ser desvergonzado y atrevido.
Subirse a la parra - Exagerar. Pensar en garstar grandes cantidades de dinero, presentar un presupuesto demasiado caro.
Tener un hambre canina - Tener mucha hambre. Estar tan hambriento como un perro o un lobo, que normalmente se abalanzan sobre su comida.
¡Un rábano! - No. Negarse a hacer algo.
¡Vete a freír espárragos! - Vete a la porra, lárgate sin más consideración