Soplillos

Los soplillos son merengues de almendra. Son ligeros y, como su nombre sugiere, una ráfaga de viento se los llevaría. Pueden considerarse como una versión andaluza del turrón.

Calentamos el horno a 150º C. Extendemos las almendras sobre una bandeja y las tostamos en el horno hasta que empiecen a tomar color y a desprender su fragancia, 25-30 minutos.

Apartamos 1/3 de las almendras y las picamos grueso. Las reservamos. Molemos el resto de las almendras. Dejamos también las almendras molidas aparte para usarlas más tarde.

Batimos las claras de huevo a punto de nieve. Incorporamos cuidadosamente la ralladura de limón y 2/3 del azúcar, 1 cucharada cada vez. Batimos hasta que la mezcla quede brillante y bastante rígida.

Mezclamos la almendra molida con el resto del azúcar e incorporamos esta mezcla al merengue. Mezclamos finalmente las almendras picadas.

Engrasamos dos placas de horno. Con una cuchara, vamos depositando pilas de merengue sobre las placas engrasadas, espaciándolos bien.

Metemos las placas con el merengue en el horno y bajamos la temperatura a 1525º C. Dejamos que los soplillos se hagan hasta que estén inflados y secos, 1 hora a 1 hora y media.