Ugali
Un plato simple pero sustancioso hecho principalmente de harina de maíz blanco y agua. El ugali tiene una consistencia similar a la de una masa y tradicionalmente se sirve como acompañamiento de carnes, guisos de verduras y salsas. Su capacidad para ser fácilmente moldeado lo convierte en un utensilio perfecto para recoger salsas y guisos.
Ingredientes
Instrucciones
En una olla grande, llevamos el agua a ebullición a fuego vivo. Añadimos sal, si se usa. Reducimos el fuego a medio y agregamos gradualmente la harina de maíz al agua hirviendo, revolviendo continuamente con una cuchara de madera para evitar la formación de grumos.
Seguimos revolviendo vigorosamente a medida que la mezcla se espesa. Esto puede requerir esfuerzo, pero es esencial para evitar grumos y asegurar que el ugali se cocina de forma uniforme. Continuamos cocinando y revolviendo hasta que la mezcla se vuelva muy espesa y comience a despegarse de los lados de la olla, unos 10-15 minutos.
Apagamos el fuego. Mojamos un pequeño cuenco con agua, sacamos algo de ugali de la olla y le damos forma con ayuda del cuenco. Invertimos el bol sobre un plato, dejando que la porción de ugali ya redondeada caiga. Repetimos con el resto del ugali.
Notas
El ugali se sirve mejor caliente. Tradicionalmente se come con las manos tomando un pequeño pedazo, rodándolo en una bola y haciendo una hendidura con el pulgar para recoger los guisos, carnes o verduras acompañantes.
Para que el ugali quede más suave, se agrega más agua mientras se cocina. Para un ugali más firme, se usa menos agua.
Variaciones
Ugali integral: Para que tenga un sabor diferente y más fibra, se usa harina de maíz integral en lugar de harina de maíz blanca.
Ugali de mijo o sorgo: En algunas regiones africanas, el ugali se hace con harina de mijo o de sorgo en lugar de harina de maíz, ofreciendo un sabor y textura distintos.