Ugali
Un plato simple pero sustancioso hecho principalmente de harina de maíz blanco y agua. El ugali tiene una consistencia similar a la de una masa y tradicionalmente se sirve como acompañamiento de carnes, guisos de verduras y salsas. Su capacidad para ser fácilmente moldeado lo convierte en un utensilio perfecto para recoger salsas y guisos.
Ingredientes
Instrucciones
En una olla grande, llevamos el agua a ebullición a fuego vivo. Añadimos sal, si se usa. Reducimos el fuego a medio y agregamos gradualmente la harina de maíz al agua hirviendo, revolviendo continuamente con una cuchara de madera para evitar la formación de grumos.
Seguimos revolviendo vigorosamente a medida que la mezcla se espesa. Esto puede requerir esfuerzo, pero es esencial para evitar grumos y asegurar que el ugali se cocina de forma uniforme. Continuamos cocinando y revolviendo hasta que la mezcla se vuelva muy espesa y comience a despegarse de los lados de la olla, unos 10-15 minutos.
Apagamos el fuego. Mojamos un pequeño cuenco con agua, sacamos algo de ugali de la olla y le damos forma con ayuda del cuenco. Invertimos el bol sobre un plato, dejando que la porción de ugali ya redondeada caiga. Repetimos con el resto del ugali.
![ugali Una porción de ugali en un bol transparente.](/archivos/styles/xlarge/public/imagen/2024/02/ugali-as_325747797_1200.jpg?itok=aSTU0xLh)
Notas
El ugali se sirve mejor caliente. Tradicionalmente se come con las manos tomando un pequeño pedazo, rodándolo en una bola y haciendo una hendidura con el pulgar para recoger los guisos, carnes o verduras acompañantes.
Para que el ugali quede más suave, se agrega más agua mientras se cocina. Para un ugali más firme, se usa menos agua.
Variaciones
Ugali integral: Para que tenga un sabor diferente y más fibra, se usa harina de maíz integral en lugar de harina de maíz blanca.
Ugali de mijo o sorgo: En algunas regiones africanas, el ugali se hace con harina de mijo o de sorgo en lugar de harina de maíz, ofreciendo un sabor y textura distintos.