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La cena del día de San Valentín

Una cena para dos ¿Qué podría ser más romántico?

¿Qué mejor manera de decir "eres importante" que preparar la cena el Día de San Valentín? Casi ninguno de nosotros tiene vacaciones ese día. Así que puede ser la ocasión perfecta para darle el día libre al chef habitual. Si el chef habitual sigue cocinando esta noche, es una oportunidad estelar para hacer el plato favorito de esa persona especial. Y se pueden añadir toques románticos a lo largo de toda la noche.

Preparar la cena nosotros mismos

No es necesario hacer nada terriblemente complicado. Personalmente, creo que las pechugas de pollo rellenas suenan como un plato ideal para alegrar la noche. Deliciosas. Fáciles de preparar. Y llenas de cosas buenas que llegan al corazón. Para el postre, merece la pena hacernos la vida fácil y hacer un tiramisú por el método rápido.

Un picnic puede ser aun más fácil, pues con unos bocadillos preparados con algo de imaginación y algo de beber, no hará falta más. Hará frío para organizar un pcinic a la luz de la luna, pero no hay ninguna regla que nos impida organizar uno en casa, sobre todo si hay una chimenea. En los climas más fríos, no hay nada más romántico que una cabaña en medio de la nieve con una chimenea y un fuego crepitante. Donde uno se puede sentar enfrente de esa chimenea y poner los pies en alto, mientras se brinda por la buena fortuna de encontrarse el uno al otro con dos copas de vino.

No estaría mal tampoco contratar un Rolls Royce con chofer para dar un paseo durante la noche, cesta de comida incluida, y ser tratados como la crema de la crema. Si no es posible, siempre podemos tener crema en  la cena, en la forma de crema de champiñones, crema de espárragos, o crema de zanahorias, pollo o pescado con salsa cremosa,  un postre con crema inglesa, crema pastelera, o nata montada, café a la crema, y crema irlandesa a la hora de los licores.

Una cena ya preparada

A veces, simplemente no tenemos el tiempo para cocinar, siempre hay un buen restaurante, por supuesto. Incluso los hay que ofrecen platos especiales por San Valentín. O se puede pasar la noche en un hotel, y pedir que sirvan la cena en la habitación para eliminar todas las distracciones.

También existe la opción de quedarse en casa y que un chef profesional prepare la comida esa noche. Hay un montón de profesionales independientes que estarían encantados de hacerlo. Si además, añadimos alguien que sirva la mesa, podemos tener la experiencia y el tratamiento del restaurante sin salir fuera de casa. Lo cual deja mucho más tiempo para la celebración después de la cena.

Tarjeta de San Valentín - me importas.