Un primer plato sabroso y que puede hacer que le gusten las alcachofas a las personas más recalcitrantes.
Ingredientes
Instrucciones
Ponemos las alcachofas escurridas en una cazuela y las cubrimos con agua fría. Añadimos 1 rodaja de zumo de limón y la harina.
Calentamos la cazuela hasta el pundo de ebullición. Tapamos la cazuela y las cocemos a fuego medio hasta que estén tiernas, 30 minutos. Las escurrimos y las dejamos aparte.
Calentamos aceite de oliva en una cazuela de barro y freímos la cebolla y el ajo hasta que se doren, 6-8 minutos.
Añadimos las alcachofas escurridas junto con el vino blanco y el agua. Sazonamos con sal y pimienta.Dejamos que cuezan 10 minutos.
Cuando estén hechas, retiramos la cazuela del fuego y servimos las alcachofas al vino blanco bien calientes.