Descripción
La pechuga de pato, sin hueso, es tierna, jugosa y sabrosa. La mejor forma de hacerla es en el horno, después de haber sellado la superficie en la sartén.
Ingredientes
Instrucciones
Calentamos el horno a 200º C.
Marcamos la piel de las pechugas de pato con un cuchillo afilado, con cuidado para no cortar la carne. Sazonamos el pato con sal y pimienta molida por ambos lados.
Ponemos las pechugas de pato en una sartén, con la piel hacia abajo, y las cocinamos a fuego medio 5-6 minutos, o hasta que la piel se dore. Les damos la vuelta y las doramos 30-40 segundos por el otro lado, para sellar los jugos.
Colocamos las pechugas de pato sobre una rejilla en una fuente de horno, con la piel hacia arriba, sobre una rejilla en una fuente para asar. Ponemos la fuente en el centro del horno y cocinamos las pechugas de pato hasta que esté hecha a nuestro gusto.
Poco hechas, 10 minutos.
En su punto, 15 minuto.
Bien hechas, 18 minutos.
Cuando las pechugas de pato estén listas, las sacamos del horno y las dejamos reposar 5-10 minutos. Para servir, cortamos cada pechuga de pato en rodajas.