Un plato de pollo delicioso y encantador, no solamente por su sabor suave, sino también porque la salsa verde entra por los ojos.
Ingredientes
Instrucciones
Ponemos el pollo troceado en una cazuela de fondo grueso, añadimos el caldo, tapamos la cazuela y la llevamos a ebullición. Reducimos el fuego y dejamos que el pollo cueza lentamente hasta que esté muy tierno, 45-60 minutos. Pasamos el pollo a una fuente y el caldo que quede a una jarra. Los dejamos aparte. Enjuagamos la cazuela y la secamos.
Calentamos la mitad del aceite en una sartén de fondo grueso y freímos la cebolla, ajo, chiles y tomatillos hasta que empiecen a chamuscarse. Los pasamos al baso de la batidora y los batimos junto con el perejil, el cilantro y la almendra molida hasta obtener una pasta no muy fina.
Añadimos el resto del aceite a la sartén y lo calentamos a fuego moderado. Freímos la pasta de almendra 3-4 minutos, moviéndola constantemente. La pasamos a la cazuela e incorpormos el caldo que habíamos reservado. Sazonamos al gusto con sal y volvemos a poner las piezas de pollo. Tapamos la cazuela y seguimos cocinando justo hasta que el pollo se caliente, 5-10 minutos.
Servimos el pollo verde almendrado bañado en su salsa.