Horneamos quiches
Un plato sofisticado, fácil de hacer, delicioso, extremádamente versátil y muy práctico.
Una quiche es una tarta salada francesa. Se hace con pasta quebrada ordinaria y un relleno salado.
En muchas de las recetas, la base de masa quebrada debería estar cocida parcialmente. Pero no es necesario hacerlo así en todas.
Cantidades de masa para moldes de distintos diámetros
Las quiches se hacen con masa quebrada (masa brisa) ordinaria. La cantidad de masa que se necesita varía según el tamaño del molde.
Para un molde de 20 cm, se necesitará aproximadamente 250g de masa, empezando con 150g de harina.
Utensilios
Además de los utensilios habituales para hacer masa, se necesitará un molde para tartas, un rodillo, papel de horno y pesos para hornear. Se recomienda usar un molde desmontable para que sea más fácil desmoldar la quiche.
Rellenos
Los rellenos para una quiche son muy variados. El huevo y la nata líquida son el relleno base tradicional y hacen que la quiche quede especialmente cremosa. Pero puede usarse una mezcla de leche entera y nata líquida, a partes iguales, o todo leche, sin no hay nata líquida. También se podría usar yogur en vez de nata líquida.
Si se desea una quiche más consistente, se pueden usar solamente yemas de huevo, o huevos enteros y alguna yema más.
Para un molde de 20cm, harían falta 2 huevos y 150ml de nata líquida.
Para hacer el relleno, basta con batir los huevos y mezclarlos con la nata líquida. Se pueden añadir otros ingredientes líquidos o condimentos y se quizás haya que batir ligeramente hasta que todo esté ligado. Para una quiche especialmente fina, se puede colar la mezcla de huevo y nata para eliminar la hebra gelatinosa que une la yema del huevo a la clara.
El método tradicional es poner los otros ingredientes adicionales sobre la base de masa quebrada para luego cubrirlos con la mezcla de huevo batido y nata líquida. El relleno debe quedar por debajo de los bordes de la quiche porque se hincha al hornearlo.
La mecla de huevos y nata tiene un sabor muy suave, así que los ingredientes complementarios deberían tener sabor pronunciado o admitir condimentos sabrosos. A menos que se cuezan rápidamente, hay que cocinarlos antes de agregarlos a la quiche.
Queso
El queso es uno de los mejores complementos. Si se trata de un queso sabroso y cremoso, como el emental, el parmesano, el gruyére o el cheddar, se puede cortar en lonchas finas o se puede rallar no muy fino. El queso se coloca en el fondo de la base. Encima del queso se pueden poner verduras que complementen su sabor, como espárragos cocidos, espinacas cocidas o cebolla frita.
El requesón y otros quesos blandos y frescos se pueden mezclar con hierbas picadas y distribuirlos, en montoncitos o grumos, sobre el fondo de la base de masa quebrada.
Los quesos azúles tienen un sabor muy fuerte. Es necesario desmenuzarlos antes de usarlos como ingrediente adicional en el relleno.
Verduras y hortalizas
La mayoría de las verduras y hortalizas deben cortarse en daditos o trozos pequeños. Deben rehogarse, escaldarse, cocerse al vapor o estar cocinadas antes de añadirlas a la quiche. Las que cojan mucho líquido, como las espinacas, deben escurrirse muy bien para que el relleno no quede aguado.
Tomates y cebolla deben estar cocinados completamente.
Pescado
El pescado fresco se cocina rápidamente, así que se puede poner crudo; pero debe estar limpio de piel y espinas y cortado en trozos pequeños, del tamaño de un bocado.
El pescado blanco tiene un sabor muy delicado, así que conviene emparejarlo con ingredientes de sabor suave, como las cebolletas, o que hagan contraste, como los pimientos asados.
Los pescados y mariscos envasados son un buen ingrediente para usar como relleno de una quiche, siempre que estén muy vien escurridos.
Carne
Debe estar ya cocinada y debe cortarse en trozos pequeños, rodajas o lonchas finas. El jamón cocido o curado o el salami quedan bien en una quiche.
Las salchichas y el tocino, o beicon, deben cocinarse en una sartén para que suelten la grasa.
Hornear
Para que qeude crujiente, se suele empezar por hornear parcialmente la masa. Entonces se coloca el relleno adicional sobre la base de masa, distribuyéndolo por igual.
La mezcla de huevo batido y nata, sazonada y colada, se vierte cuidadosamente sobre los trozos de relleno adicional. Debe quedar por debajo del borde de la masa.
La quiche se hornea hasta que el relleno quede cuajado, unos 25 minutos a 180-200ºC. Si está lista, al clavar un pincho fino en el centro deberá salir limpio.
Conservar y congelar
Refrigerar una quiche es bastante sencillo. Para que mantenga su frescura, hay que djarla enfriar completamente a temperatura ambiente. Luego, se envuelve con película de plástico o papel de aluminio, o se coloca en un recipiente hermético, antes de guardarla en el refrigerador. Así, puede conservarse de un día para otro, o hasta dos días. Se puede tomar fría, pero sabe mucho mejor si se calienta en el horno 15-20 minutos a 180ºC.
Si se desea congelar la quiche, es recomendable hacerlo antes de hornearla, ya que esto ayuda a mantener su textura y sabor. En este caso, se prepara la quiche como se haría normalmente, pero en lugar de hornearla, se cubre bien con papel film y luego con papel de aluminio. Una quiche congelada puede durar hasta 2 meses en el congelador, así que se le debe poner una etiqueta con la fecha.
Para volver a calentar una quiche congelada, es mejor descongerla en la parte baja del refrigerador, y meterla después en el horno a 180°C aproximadamente 20-25 minutos, o hasta que esté completamente caliente en el centro. Se puede cubrir con papel de aluminio si se notas que la parte superior se dora demasiado rápido.
Si hay prisa, se puede poner la quiche congelada sobre una bandeja de horno y dejarla 20 minutos a 200-220ºC. Después se cubre con papel de aluminio y se deja otros 20-30 minuos más a 160-180ºC.
Así, se puede cocinar por anticipado y disfrutar de una quiche deliciosa, casi como recién hecha.