Un bollo de forma ovalada decorado con azúcar y fruta confitada que se sirve particularmente durante la fiesta de la Epifanía, los días 5 y 6 de enero. Suele contener una sorpresa.
Ingredientes
Instrucciones
Hacemos una bola de masa blanda con 100 g de harina, 3-4 cucharadas de leche templada y la levadura. Dejamos que repose en un sitio templado hasta que doble su volumen.
Ponemos el resto de la harina y la sal en un cuenco grande, haciendo un hueco en el centro. Echamos los huevos, el azúcar, el resto de la leche, el agua de azahar y la ralladura de limón, si se usa, en ese hueco. Formamos una masa, trabajándola bien para que se ponga fina.
Extendemos la masa con las manos y ponemos la mantequilla en el centro, volviendo a trabajar la masa para incorporar la mantequilla.
Volvemos a extender la masa y ahora ponemos en el centro la masa madre, incorporándola de la misma forma que la mantequilla.
Ponemos la masa del roscón de reyes en un recipiente, la cubrimos y la dejamos reposar 5-6 horas en un sitio templado, rompiendo la masa a la mitad del tiempo.
Volcamos la masa sobre una superficie espolvoreada de harina y le damos forma de torta, haciendo un hueco en el centro para que tenga forma de rosca. Decoramos la superficie tiras de fruta confitada. Dejamos que repose y suba una vez más.
Calentamos el horno a 160-170º C. Barnizamos la superficie del roscón con huevo batido y espolvoreamos azúcar gruesa. Cocemos el roscón en el horno hasta que esté dorado, 20-30 minutos.