Este plato no es tan popular como el arroz en paella, pero es su precursor y mucho más fácil de hacer, ya que el arroz se hace en una cazuela plana en el horno.
¿Los niños no quieren comer verduras? Se pueden esconder verduras y hortalizas, ralladas, entre la carne picada para hacer albóndigas. llenas de ingredientes nutritivos y deliciosos. Las albóndigas son una comida fácil y súper sabrosa. Es una receta excelente para cocinar en gran cantidad, ya que las albóndigas se pueden congelar.
Cocinamos cebolla, patata y guisantes desgranados en un sabroso caldo para hacer una sopa rápida y cremosa, que se sirve con un hilo de nata líquida y menta fresca como decoración.
Un plato entre sopa y puré, para empezar la comida con un plato de legumbres sin ningún tipo de carne.
La aceera y el jamón van muy bien y mejor aún si se trata de jamón serrano. Saben a tarde de primavera. Es una ortilla al estilo español.
Los pimientos de piquillo tienen un sabor único, a la vez picante y dulce, que convierta a esta sopa en algo especial. La sopa puede convertirse también en un sorbete para servir entre platos o puede usarse la sopa congelada como decoración.
Queda mejor cuando se usan sólamente las hojas exteriores de la lechuga que normalmente no se echan a la ensalada. Es una forma de aprovecharlas.
Las empanadillas de Cornualles (Cornish pasties) son empanadillas de masa quebrada tradicionalmente rellenas de carne y hortalizas. Se hacen en el horno.
Son tortitas de patata, cebolla y pan ácimo tícipas de la gastronomía judía que se sirven como acompañamiento de otros platos. Se pueden servir con guarniciones dulces o saladas.
Una sopa sustanciosa y reparadora, como las que siempre preparan las abuelas. El queso rallado se funde sobre la sopa y la hace más apetitosa.