Cardo al horno

Cualquier vedura con bechamel y una costra dorada de queso gratinado resulta un plato muy satisfactorio. El cardo no es una excepción.

1. Calentamos agua con un poco de sal y zumo de limón en una olla: Hervimos el cardo hasta que esté tierno, 1-2 horas.
2. Calentamos el gratinador del horno y engrasamos una fuente refractaria con mantequilla.
3. Escurrimos el cardo y lo colocamos en la fuente engrasada, en dos capas.
4. Cubrimos el cardo con la bechamel caliente y espolvoreamos el queso rallado por encima.
5. Metemos el cardo a gratinar hasta que el queso se dore, unos 15 minutos.
6. Sacamos la fuente del horno, dejamos que repose unos minutos para que la salsa no queme y servimos el cardo al horno bien caliente.