El falafel es un plato icónico de la cocina mediterránea y del Medio Oriente. Se trata de pequeñas bolas o croquetas fritas elaboradas a base de garbanzos o habas, condimentadas con una mezcla de hierbas y especias que les otorga un sabor increíblemente aromático y una textura crujiente por fuera pero tierna por dentro. Por lo general, se sirven en pan pita o en ensaladas, acompañados de salsas como el tahini o el yogur.
Ingredientes
Instrucciones
Ponemos los garbanzos, cebolla, ajo, perejil, cilantro, comino, pimienta de cayen y la sal en el robot de cocina. Procesamos la mezcla hasta obtener una pasta homogénea. Pasamos la pasta de garbanzo a un cuenco e incorporamos el bicarbonato.
Con las manos ligeramente mojadas, formamos bolas del tamaño de una nuez con la pasta de garbanzos. Las vamos poniendo en una bandeja.
Calentamos suficiente aceite vegetal en una sartén honda a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, freímos las bolas de falafel, por tandas, hasta que estén doradas y crujientes, unos 3-4 minutos por lado. Pasamos los falafel fritos por papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Los servimos calientes.