Pasar al contenido principal

Pasta con salsa de queso y jamón

La pasta con salsa de queso ha sido uno de los platos favoritos de los pequeños desde que este plato se sirvió por primera vez. Si utilizamos pasta con una forma de lujo, como los lazos, seguro que les gusta aún más y si le añadimos un poco más de proteína resulta un plato muy adecuado para niños activos y adolescentes, especialmente los que hacen deporte después de clase.

Ingredientes

200 g pasta italiana (pqueña, macarrones, lazos, conchas)
50 g mantequilla (o margarina)
1 di ajo (picado)
30 g harina (o maicena)
500 ml leche
1⁄2 cdta sal (o al gusto)
1 pzca pimienta
1⁄2 cdta mostaza (mostaza preparada, suave)
200 g queso (rallado grueso)
125 g jamón de York (picado o cortado en tiras finas)
4 cda queso parmesano (rallado, como guarnición)

Instrucciones

Cocemos y escurrimos la pasta como de costumbre. La reservamos.

Derretimos la mantequilla en una cacerola y freímos el ajo ligeramente, menos de medio minuto. Añadimos la harina y removemos vigorosamente durante al menos 2 minutos para que se mezcle bien con la grasa y se cocine. La mezcla de grasa y harina tendrá ahora una textura uniforme suave.

Incorporamos la leche removiendo fuertemente hasta que la salsa sea uniforme y sin grumos. Sazonamos con sal y pimienta y seguimos calentando la salsa a fuego medio-bajo, removiendo constantemente, hasta que empiece a hervir. Una vez que la salsa ha hervido 1-2 minutos echamos el queso rallado grueso.

Continuamos cocinando la salsa y removiendo hasta que el queso se derrita. Una vez derretido el queso, echamos el jamón cocido, y una vez que está bien mezclado echamos la pasta, removiendo cuidadosamente para que se cubra bien con la salsa sin que se rompa.

Retiramos la pasta del fuego y la pasamos a los platos o a una fuente, y espolvoreamos el queso parmesano rallado por encima justo antes de servirla.

Rendimiento
4 raciones
Tiempo de preparación15
Tiempo de cocción30
Tiempo total
45 minutos

Notas

También puede ponerse  el queso parmesano rallado en un recipiente con una cucharita para que cada uno se sirva lo que quiera.

Si se calienta la leche antes de añadirla se tarda menos en hacer la salsa, pero habrá que añadir la leche poco a poco. Cuando se utiliza leche fría, es mejor añadirla toda de una vez. Si quedan grumos, se puede utilizar la batidora para deshacerlos.

En esos días que vamos a la carrera está permitido echar mano de un bote de salsa bechamel envasada para salir del apuro; bastará calentarla y añadirle queso y jamón. También se puede encontrar salsa de queso ya hecha, y sólo será necesario añadirle jamón cocido.

Variaciones

El sabor de la salsa cambia dependiendo del tipo de queso que se utilice y con los numerosos tipos de queso entre los que se puede elegir, las posibilidades son suficientes para escribir un libro. Si hay niños pequeños, lo mejor es escoger un queso suave.

Se puede utilizar pasta hecha con harina de arroz o lentejas y maicena para preparar un plato sin gluten.

Puede utilizarse mantequilla, leche, y queso de cabra cuando hay personas que no toleran la leche de vaca pero sí la de cabra. El plato seguirá siendo delicioso.

Origen

Cocina norteamericana