Este plato presenta un hermoso equilibrio de texturas y sabores, donde cada componente brilla por sí mismo y al mismo tiempo se complementa con los demás. Es una opción elegante para un entrante o un plato principal ligero.
Se sirve generalmente igual que un pastel tradicional, y se puede comer con palillos. Además de salsa de soja, se puede acompañar con wasabi y jengibre encurtido, al igual que el sushi tradicional.
Una receta fácil que nunca sale mal y es ideal para cocineros principiantes. Aprender a hacer pasta con una salsa básica es una habilidad que seguirá siendo útil durante toda la vida.
Los rollitos de jamón con queso cremoso son una buena opción a la hora de la cena para comer en la terraza, para llevar a un picnic o cuando se lleva la comida al colegio o al trabajo. También se pueden servir en una fiesta.
Fáciles de hacer y nutritivas. Los pequeños pueden extender la mantequilla de cacahuete y el queso cremoso.
El maíz a la crema se puede servir como acompañamiento para carne asada o carne a la barbacoa.
Este paté de hígado de pollo no es exactamente la receta clásica, pero es muy sabroso, fácil de hacer y es perfecto para compartir con amigos. O simplemente se puede disfrutar en casa, sobre pan tostado o galletitas saladas.
Una tarta de queso con cremosa y dorada. Más ligera que las tartas de queso con base de masa de galletas o bizcocho.
Un aperitivo o primer plato muy vistoso, admás de sabroso, y que es más fácil de hacer de lo que parece.
Una salsa espesa para mojar triángulose de maíz o trozos de apio. Sirve para picar con los amigos o para poner en una mesa libre.
Esta ensalada se puede servir como primer plato, como una cena ligera o como parte de una mesa abierta. Es muy refescante.
Capas de pavo, zanahoria y espinacas ligadas con queso cremoso dan como resultado una presentación atractiva que se consigue con muy poco esfuerzo.
Pescado blanco al horno servido con una salsa rápida de puerro, queso cremoso y vino blanco. La salsa se hace en el fogón mientras el pescado se hace en el horno.