Irlanda

Langosta salteada en mantequilla con una salsa de whisky y nata.

Una ensalada de patata cocida, manzana y apio aliñada con mayonesa y vinagre que se sirve fría.

Una tarta cubierta con una base de masa quebrada y un rellendo de manzana y grosellas negras.

Un postre fácil para rematar una comida irlandesa. Es muy popular con los niños.

Un plato que, además de calmar el apetito, ciertamente reconforta cuando hace frío. Se sirve con patatas y verduras, o con chirivías al horno.

Las chirivías se blanquean y se terminan en el horno, bañadas con caldo de carne y mantequilla. Nomalmente se sirven como guarnición de un asado.

Esta receta irlandesa se parece más a una tortilla que a una tortita. El resultado es una cena ligera y reconfortante, no importa como se clasifiquen.

Es muy adecuada para la primavera pues se trata de una ensalada sencilla que se hace con lechuga y hojas silvestres.