Una sopa clara hecha con caldo de pollo, chayote hervido y pechuga de pollo cocida. La pechuga de pollo se puede usar para hacer el caldo base.
Huevos revueltos con patatas fritas y acelgas cocidas salteadas con ajo.
Patatas, verduras y jamón cocido gratinados en una salsa blanca con queso y mostaza.
La pasa cremosa con hojas verdes es una buena receta para añadir verduras a la dieta.
Un pure de patata y acelgas cuajado con huevo y gratinado con bechamel y queso rallado.
Un guisado de pollo con batata en vino blanco que se puede hacer en la olla eléctrica.
Una sopa sustanciosa y reparadora, como las que siempre preparan las abuelas. El queso rallado se funde sobre la sopa y la hace más apetitosa.
Un guisado de cerdo con hojas de mandioca típico de Madagascar. Se sirve con arroz y salsa de tomate especiada.
Una receta que convierte a los tallos de acelga, que normalmente se descartan, en un plato delicioso. Así las acelgas rinden el doble pues se puede hacer un plato con las hojas y otro con los tallos.
Una de las recetas que permiten aprovechar los tallos de las acelgas. Las pencas se rebozan en masa líquida.
Un plato muy nutritivo que además resulta muy económico pues los menudillos alimentan tanto como la carne pero se venden como despojos y resultan mucho más baratos. Esta receta demuestra que pueden resultar muy sabrosos.