El satay de pollo es uno de los platos malayos más populares. Son brochetas de pollo adobado y asadas a la parrilla.
El arroz congee es un tipo de gachas de arroz que ha sido un básico en la cocina china durante siglos. A menudo se sirve en el desayuno o en comidas a última hora del día. Además, tradicionalmente se sirve arroz congee a las personas enfermas ya que es nutritivo y fácil de digerir.
Esta versión produce un reconfortante y abundante tazón de arroz arroz congee, complementado con los sabores del pollo, jengibre y las cebolletas, adornado con cebolla frita y un chorrito de aceite de sésamo.
Los fideos de celofán salteados con cangrejo (mien xao cua) son un plato tradicional vietnamita. Se usan los fideos transparentes hechos con habas de soja, delicada carne de cangrejo y verduras crujientes. Se sirven con una refrescante salsa de lima.
Esta receta de salsa de berros es perfecta para añadir sabor y nutrientes a cualquier plato. No es difícil de hacer si se tiene el caldo ya preparado. Es una salsa muy popular como acompañamiento para carne a la parrilla.
Estas brochetas de setas mojadas con una mezcla mantequilla y aceite de oliva en las que se han pochado chalotas, ajo y perejil, son excelentes para aara alegrar la barbacoa.
Se puede usar para hacer aliños increíbles, encurtidos especiales, o como aderezo de emeergencia para pescado o carne a la parrilla.
Una salsa picante de Indonesia que se hace a partir de una pasta de guindilla, tomate, cebolla ajo y otros ingredientes machacados. La salsa balado se usa como condimento para hacer platos de carne, pescado, marisco, huevos, verduras y hortalizas.
Pasta con mejillones y marisco variado cocinados con chalotas, ajo, vino blanco y crème fraîche, al estilo del sur de Francia. Una receta sencilla y deliciosa.
Un plato sencillo y elegante. La salsa de vino y cerezas, que se hace con la grasa que suelta el pato, corta la untuosidad de la pechuga de pato.
El whisky y las nueces le dan un sabor y una textura muy diferentes a la carne guisada. Puede deslumbrar en la mesa en cualquier comida de fiesta.
La langosta cocida se puede convertir en un plato muy especial al gratinarla con una salsa cremosa y queso.