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Las hojas de repollo rellenas con una sabrosa mezcla de ingredientes y cocidas lentamente son un plato reconfortante. Se pueden servir como primer plato abundante o como acompañamiento especial.

Los matambres extremeños son albóndigas de pan en una salsa de tomate y cebolleta condimentada con pimentón. Una receta para aprovechar el pan del día anterior.

Una ensalada de patata y remolacha con un aliño de nata agria, vinagre y mostaza. Es un plato muy adecuado para una mesa abierta.

Este rollo de jamón y pollo se sirve caliente, con una salsa, o frío. Puede ser un plato digestible o un fiambre casero.

La salsa de brócoli y anchoas queda muy bien con pasta, con abundante queso rallado, y patatas asadas con su piel.

La salsa de maíz va bien con carne asada.

Berenjenas fritas terminadas en el horno con una salsa enriquecida con yema de huevo, un plato sustancioso y reconfortante.

Un plato que se cocina rápidamente aprovechando restos de pollo cocinado y latas de las que se guardan en la despensa.

Una ensalada de alcachofas y pimientos rojos cocinados y aliñados con una vinagreta. Admite también otros ingredientes, tanto en la ensalada como en la vinagreta.

Patata cocida, pescado desmenuzado y verduras picaditas, una comida energética para niños que están todo el día corriendo y jugando.

Sabroso trigo bulgur cocinado simplemente con tomate y pimiento.

Con marisco cocido, como las cigalas, se tiene lista en un instante una comida sabrosa y lujosa, basta con añadir una o dos salsas.